El primer ministro británico, Gordon Brown, dio ayer un importante espaldarazo al presidente de EE UU, George W. Bush, al anunciar tropas extra para Afganistán y que pedirá a la UE nuevas sanciones contra Irán.

Ambos mandatarios se reunieron ayer por espacio de dos horas en el número 10 de Downing Street para tratar sobre el programa nuclear iraní, la situación en Irak y Afganistán -donde ambos países mantienen tropas-, la ronda de Doha de negociaciones comerciales o el proceso electoral en Zimbabue, entre otros asuntos.

Bush, que concluyó ayer su gira europea con una visita a Irlanda del Norte, se marcha de Londres no con una, sino con dos victorias bajo el brazo. Brown anunció nuevas sanciones contra Irán y tropas adicionales para Afganistán, dos de los objetivos que Bush se proponía en su visita de despedida al continente.

Sintonía

Además, ambos líderes se mostraron totalmente en sintonía con respecto a la presencia militar en Irak, donde descartaron una retirada antes de haber cumplido sus objetivos.

En un anuncio al comenzar la rueda de prensa, Brown declaró que ante el rechazo iraní a cancelar el enriquecimiento de uranio, "no tenemos otra opción más que intensificar las sanciones".

El Reino Unido adoptará a partir de hoy mismo sanciones en el sector petrolero y energético. También congelará los activos en el exterior de la principal entidad financiera iraní, el banco Melli.

Londres "pedirá a la Unión Europea, y la Unión Europea accederá a" adoptar medidas similares, aseguró el primer ministro.

Bush le expresó su agradecimiento por "una declaración clara, una declaración firme, una declaración necesaria" y aseguró que "el mundo libre debe trabajar unido y al unísono para impedir que los iraníes puedan desarrollar" armamento nuclear.

"Ojalá estas medidas persuadan a Irán de cambiar su posición, que hasta ahora básicamente ha sido la de decir '¿a quién le importa la opinión de la comunidad internacional?, haremos lo que queramos'", afirmó Bush.

Las declaraciones de Bush y Brown se producen al tiempo que el jefe de la diplomacia de la UE, Javier Solana, afirmaba que sus reuniones del sábado con representantes iraníes "fueron mejor de lo que esperaba".

Solana estuvo en Teherán para presentar una oferta renovada del Grupo de los Seis (los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) para que Irán suspenda su enriquecimiento de uranio.

En otra muestra de sintonía con el presidente de EE UU, Brown rechazó una salida de las tropas de Irak al afirmar que "aún queda trabajo por hacer". Según el primer ministro, la retirada se producirá una vez se hayan logrado todos los objetivos.