Un socavón de grandes dimensiones sorprende a los miles de usuarios del paseo de Bouzas casi a mitad de su recorrido hacia el espigón noroeste del relleno. Pero no es el único desperfecto que el caminate se puede encontrar en su recorrido por uno de los parajes de paseo de todo el municipio más próximo al mar.

Maleza sin recortar, piedras de la escollera que están fuera de su sitio, baldosas rotas y levantadas -la mayoría de ellas desde que se montó en noviembre el festival con motivo de la salida de la Volvo Ocean Race-, suciedad debajo en el paso por debajo de la circunvalación, son algunos de los desperfectos que se pueden observar a lo largo del paseo. A ello se une una iluminación muy deficiente en muchos de los tramos, por lo que el uso del espacio público tiene un horario muy reducido, sobre todo en invierno.