Medio centenar de investigadores gallegos han logrado completar el mapa genético del rodaballo, en un trabajo que aporta herramientas y tecnología que permitirán la selección genética de una especie estratégica para la acuicultura gallega, lo que se traducirá en la obtención de ejemplares más resistentes a patologías derivadas de infecciones y también y, por tanto reducir los costes de a las empresas del sector.

Los resultados del proyecto de investigación iniciado hace ya tres años y liderado por Paulino Martínez, director del grupo de investigación Acuigen (genética de la Acuicultura y la conservación de recursos) de la Universidad de Santiago, fueron presentados ayer en el centro social de Caixanova en presencia de Julio Fernández Gayoso, presidente de la entidad financiera, que ayer renovó su colaboración con el Clúster de Acuicultura, representado por su presidente, Manuel Dávila, altos cargos de las consellerías de Innovación, Pesca y Educación de la Xunta, de las universidades de vigo y Santiago, y del director general de Genoma España, José Luis Jorcano.

El coordinador de la investigación explicó que las dos herramientas genéticas presentadas ayer, el mapa genético y el "microarray" del rodaballo, permitirán la identificación de los genes resistentes a enfermedades como la forunculosis, la septicemia hemorrágica o la ciliatosis.

El próximo paso del estudio será la identificación y selección de genes para producir rodaballo sin patologías y con un crecimiento más rápido, además de trasladar las características a las generaciones posteriores.

Según Paulino Martínez, la tercera fase del trabajo de investigación será la aplicación al sector industrial, lo que podría producirse en el plazo de cuatro o cinco años.