Mientras las opas y contraopas sobre las eléctricas divierten y apasionan en los sectores financieros, un ingeniero industrial, que dice que está colegiado con el número 598 en el Colegio Oficial de Andalucía Occidental, asegura en público, a través de Internet, que las compañías eléctricas españolas nos estafan unos 500.000 euros diarios a 24 millones de españoles. El dato es deslumbrante, pero resulta todavía más que ninguno de los 24 millones de españoles se haya resistido a la estafa, ni que ninguna compañía eléctrica haya encargado a sus servicios jurídicos una querella contra don Antonio Moreno Alfaro, que es el nombre del ingeniero acusador.

Hay asuntos que parecen fáciles de entender. Por ejemplo, que las compañías hayan venido cobrando desde el año 1984 más de 5.000 millones de euros por "adecuada renovación y adecuación de los contadores" que nos tienen alquilados, y no hayan llevado a cabo ni una sola revisión. ¿Ha acudido a su domicilio alguien a revisar el contador o a cambiarlo? Según dice el ingeniero, el contador que nos alquila la misma compañía sufrió una autorización gubernamental de aumento de tarifa, de entre el mil y el dos mil por ciento, precisamente para quitar los contadores viejos y poner otros nuevos, y para los gastos de revisión.

Item más, la Administración autoriza recargos para garantizar el suministro. Por este concepto las eléctricas recibieron unos 2.700 millones de euros anuales, pero sólo invirtieron 1.500 millones de euros. ¿A qué se han dedicado los 1.200 millones de euros que faltan? Creo que existe una Comisión Nacional de Metrología. ¿A qué dedican el tiempo libre y, sobre todo, no tiene nada que decir el ministerio del que dependa?

Resulta pasmosa la falta de reacción de las eléctricas, si la acusación es falsa, y la escandalosa complicidad de la Administración, si resulta cierta.