Manzanas tentadoras, apetecibles y con colores imposibles pueblan la pintura de Emi Torrón. Esta artista nacida en A Guarda, pero afincada en Vigo desde hace 8 años, rompe barreras con su arte realista y logra a través de él una ansiada libertad. Un total de 25 óleos componen la exposición que hoy inaugura en la sala de exposiciones II del Centro Social Caixanova de Vigo y que puede visitarse hasta el 21 de este mes.

A los 15 años, cuando estaba ingresada en un hospital de Madrid a causa de una larga enfermedad que la recluyó a una silla de ruedas, Emi cogió por primera vez un pincel. "Rápidamente se convirtió en mi pasión. Mientras pinto, me olvido del mundo y consigo una libertad que no tengo en otros aspectos de la vida", indica. El detallismo de sus cuadros lo consigue con un enorme esfuerzo. "Pinto en una mesa y el dolor de cervicales es fuerte, pero merece la pena", describe.

Acude a la academia del pintor Fernando Artal desde hace 11 años, pero tan sólo puede hacerlo una vez a la semana debido a que es el único día que le pueden ayudar a subir las escaleras. "He pedido varias subvenciones, pero me las han negado. Mi ilusión sería poder acudir más días a clase porque la pintura es mi forma de vida", explica.

Los colores son una de las bazas de la artista. "Me gusta mucho jugar con los colores, ya que llenan de vida al cuadro". Repollos, vasos, puertas antiguas de Galicia y, sobre todo, manzanas, son los motivos que Emi retrata en sus cuadros. Bodegones llenos de originalidad, "diferentes, como yo", afirma.