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Investigación sobre una especie clave

La escasez de cría de sardina pone en peligro su pesca en Portugal y Galicia

Portugal descubre una reducción del 60% de juveniles en la zona más productiva -"Es algo preocupante", señalan desde el oceanográfico de Vigo -España analiza sus aguas hasta abril

El "Miguel Oliver" en el puerto vigués a la espera de salir hacia Porcupine. // Ricardo Grobas

El Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA) realizó a finales del año pasado una investigación sobre una zona clave para la sardina juvenil, que llega hasta la frontera con Galicia. En pleno debate sobre la situación de la pesquería, los científicos lusos analizaron la zona para conocer su evolución y descubrieron que no va a mejor: la población de sardina joven está en detrimento. Según las estimaciones, en solo un año este stock se redujo en un 60%, hasta las 8.400 toneladas. Desde la sede del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Vigo explicaron que el dato "es algo preocupante" porque el área en la que se llevó a cabo el estudio "es una zona de abundancia tradicional de juveniles". A partir de junio, el grupo de trabajo científico valorará si se corta la campaña que comienza el 1 de mayo o si se mantiene hasta octubre -o aumenta- con estos datos y los aportados por las campañas de primavera de España y Portugal.

Si la situación de la especie ya era crítica, con estas cifras la preocupación se redobla. En concreto, el análisis del IPMA se llevó a cabo entre la desembocadura del río Miño y el cabo Espichel (al sur de Lisboa) y la biomasa de la sardina dobla los datos de hace un año, situándose en 120.000 toneladas. Sin embargo, el dato de la sardina "adulta" no es el clave para evaluar la pesquería.

Lo es, en cambio, la cantidad de sardina juvenil, es decir, peces con menos de un año. En la misma evaluación de diciembre de 2016, el stock de sardina joven se situaba en 21.000 toneladas, mientras que los resultados conocidos esta semana lo situaban en 8.400, como cita el medio Jornal de Negócios.

La cifra de esta evaluación no modificará en sí el plan de gestión aceptado por parte de la Comisión Europea la semana pasada para fijar un tope de 14.600 toneladas para las flotas de España y Portugal, pero sí servirá como un dato más para evaluar el corte o mantenimiento de la pesquería a partir de junio. "Esta campaña es un indicador de lo que puede venir el año siguiente", explica Isabel Riveiro, investigadora del centro vigués que evalúa la sardina.

Decisión en verano

Riveiro, sorprendida al conocer el dato del IPMA, explicó que "sirve para medir la temperatura" de cómo está la especie y que "en junio se verá cómo evoluciona". Para ello, contarán con un análisis más completo realizado por las campañas Pelago, de Portugal, y la Pelacus, de España y a bordo del oceanográfico Miguel Oliver. "Las campañas de primavera son las que pueden variar las capturas para este año", indicó la investigadora.

El buque oceanográfico se encuentra ahora en Vigo para salir la próxima semana. En una campaña más larga de lo normal, que incluye también el mes de abril, cubrirán el caladero Cantábrico Noroeste y, una semana antes, acudirán también al banco de Porcupine (en Gran Sol) para evaluar el estado de la bacaladilla o lirio. "Será para ver el estado del stock porque es una especie que tiene interés para la flota pesquera española", comentó Riveiro.

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