El proceso de integración de toda la producción gallega de la conservera Calvo en su sede de Carballo comenzó ayer tras el cierre de la factoría de Esteiro (Muros) y el traslado de buena parte de los profesionales de la planta muradana a sus instalaciones centrales. Finalmente aceptaron incorporarse a la plantilla de Carballo 78 de los 101 trabajadores afectados, el 77% del total.