La campaña de la centolla acaba de echar el cierre y este apreciado crustáceo no regresará a los mercados hasta mediados del mes de noviembre. El balance de la campaña ha sido positivo en O Morrazo, al menos si se comparan las cifras de capturas y de facturación con respecto a la anterior temporada, puesto que las cifras prácticamente se han duplicado. Aún así fuentes del sector se quejan de que la mayoría de las ventas se siguen concentrando en las fechas previas a la navidad y durante estas fiestas. No obstante, en lonjas como la de Bueu la centolla se dejó ver en sus subastas hasta los días previos al cierre, algo poco habitual en otras fechas.

El periodo de descanso para esta especie se prolongará hasta mediados de noviembre, una decisión que ha vuelto a generar cierto malestar. Inicialmente la asamblea de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra había acordado fijar la apertura para el 28 de noviembre. Finalmente, a instancias de algunos pósitos se decidió adelantar la campaña al 14 de noviembre, lo que no ha gustado a todo el mundo. Sobre todo porque esa decisión no fue adoptada por la propia asamblea.

En la comarca de O Morrazo la lonja con mayores descargas de centolla fue la de Cangas, en la que desde noviembre hasta junio se descargaron casi 5.400 kilos de crustáceo, que significaron unos ingresos de cerca de 70.000 euros. El precio medio se movió entre los 12,80 y los 13,50 euros. La diferencia es más que notable si se compara con la campaña 2013/14, en la que se subastaron apenas 2.600 kilos de centolla y la facturación fue de 30.900 euros.

En el caso de Bueu, el balance arroja más de 4.756 kilos subastados en la lonja de la localidad, con unos ingresos que rozaron los 65.000 euros. El precio máximo pagado fue de 32 euros. El año pasado fueron 2.500 kilos por valor de 40.000 euros.