El puerto de Vigo fue el centro de una importante incautación de pescado a principios de mes. Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de la ciudad olívica se hicieron con casi 60 toneladas de diferentes especies que estaban en contenedores frigoríficos de un barco portugués. Durante un control del transporte y venta de pescado, los agentes se quedaron con la citada carga, argumentando que los tiburones que figuraban en los contenedores tenían las aletas cercenadas, es decir, separadas del cuerpo (una técnica conocida como finning) y prohibida.

Según un comunicado emitido por el cuerpo de seguridad, en concreto la carga estaba formada por cuerpos a granel de pez espada, pez limón, albacora, atún, bonito, cochinilla, merlín, marrajo y tintorera, siendo estas dos últimas las principales especies que se encontraron en los contenedores frigoríficos.

Así, las aletas dorsales, pectorales y caudales de los marrajos y tintoteras se encontraban cercenadas, colocadas y adosadas con plástico de embalar a los cuerpos mutilados que, a su vez, estaban introducidos dentro de un saco de tela, no pudiéndose comprobar si las aletas en cuestión se correspondían al cuerpo en el que se encontraban adosadas.

Una vez finalizada la inspección, los agentes contabilizaron todo el material aprehendido. En total, entre otra, la pesca,incautada arrojó un peso, de 4.571 kilogramos de aleta de tintorera y 854 de aleta de marrajo. Por otro lado, 3.642 kilos correspondían a cuerpos de tintorera y 17.080 a cuerpos de marrajo, sumando un total de 59.925 kilos (casi 60 toneladas) de pescado incautado.

El pescado intervenido quedó depositado en poder del propietario a disposición de la Autoridad competente.

Según la Guardia Civil, las denuncias formuladas fueron remitidas a la Delegación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de A Coruña y a la de Aduanas. Por el momento, no ha trasncendido ni la identidad del armador ni el nombre del buque implicado.