La flota de artes menores denuncia su exclusión del plan de gestión de la sardina y advierte de que la orden del Gobierno solo considera los buques del cerco como única flota autorizada para capturar esta especie en los caladeros del Cantábrico Noroeste y el golfo de Cádiz.

La Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega) solicitó a la Secretaría General de Pesca la modificación de la orden que regula esta pesquería para incorporar las pequeñas embarcaciones artesanales. "Llama la atención que no se tuvieran en cuenta otras flotas tan importantes en nuestra comunidad como el xeito, cuya especie objetivo es la sardina, así como otras artes artesanales fijas como la veta, que puede capturar sardina de forma accidental", explicó ayer la asociación a través de un comunicado.

Los armadores de artes menores advierten de que si la Administración decide no modificar el plan, las pesquerías tradicionales quedarán "en total desamparo", por lo que muestran preocupación por su supervivencia futura. "Esto pondría en peligro de forma especial al xeito, afectando a la continuidad de una flota de la que dependen cientos de familias y que tiene gran importancia socioeconómica en algunas comarcas costeras", apuntó Asoar-Armega.

El cerco gallego, por su parte, considera que este tipo de artes tradicionales no deberían estar sujetas a ningún plan de gestión, al entender que sus "insignificantes" capturas de sardina no influyen en el estado del recurso. "A esa gente tenían que dejarla pescar tranquila durante todo el año", afirmó ayer en declaraciones a este diario el portavoz de la Asociación de Armadores do Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García. "Es totalmente lógico que si no están incluidos, se quieran unir, pero insisto en que su actividad no perjudica a la sardina", apostilló el también patrón mayor de Sada.

Miembros de esta asociación -que representa a 130 barcos de los 152 que componen el censo gallego de buques del cerco- mantuvieron ayer precisamente una reunión con las organizaciones de productores portugueses (salvo las de la zona del Algarve) para tratar de llegar a un acuerdo sobre la gestión conjunta que ambos países deben hacer de esta pesquería si quieren evitar que Bruselas imponga un Total Admisible de Capturas (TAC) comunitario para la especie. "Como organización mayoritaria que somos, tratamos de dar pasos para regular de una vez por todas la actividad. Tenemos que llegar a un acuerdo con Portugal para que la pesquería de sardina se mantenga abierta el mayor tiempo posible en 2015 y no nos pase lo de este año", explicó García.

El cerco gallego trasladó a sus compañeros portugueses la necesidad de respetar un tope de capturas por barco y día, así como su oposición a que Portugal se adjudique una cuota. Ambas partes estuvieron de acuerdo, sin embargo, en la importancia de respetar la época de desove de la sardina. "No es conveniente empezar a pescar el 1 de enero. Ambos países tenemos que trabajar pasada la época de desove de la especie, que se produce fundamentalmente en los meses de diciembre, enero y febrero. Hay que ponerse de acuerdo y empezar a faenar en el mes de marzo", aclaró García.

El Ejecutivo luso, según los datos facilitados por la flota portuguesa al cerco gallego, elaborará un estudio de la población de sardina que aporte mejores datos sobre la situación actual del recurso al Consejo para la Exploración del Mar (CIEM), encargado de asesorar a Bruselas. "Ellos [en relación a los cerqueros portugueses] son menos y en ese sentido están mucho más avanzados que nosotros, pues mantienen más contacto con su Gobierno. Nosotros intentaremos trasladar también a nuestro Ejecutivo la necesidad de hacer otro un estudio", afirmó el representante de Acerga",afirma.