La flota pesquera española y gallega "no solo no es menos sostenible que otras de la Unión Europea y del resto del mundo sino que, por el contrario, lidera la innovación hacia una actividad más respetuosa con los recursos y el medio ambiente". Y, sin embargo, esa apuesta en busca de formas de trabajo más sostenibles se vuelve contra el propio sector porque el resultado de la innovación es la "transparencia" y el aporte de unos datos que provocan la "vulnerabilidad" del sector ante los "ataques de grupos ambientalistas que encuentran en la pesca española un blanco fácil" para críticas que calan en países y mercados comunitarios y que en ocasiones tienen incluso carácter "racista".

Estas afirmaciones se oyeron ayer en la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), que fue escenario de una de las jornadas del programa Sospesca (Pesca Sostenibible), que promueven la patronal pesquera española Cepesca y el Ministerio de Agricultura para generalizar las "buenas prácticas ambientales" en una actividad que debe regirse por "más ciencia y una gestión ecosistémica y sostenible desde el punto de vista ambiental pero también desde el económico y el social".

"La etiqueta made in Spain es negativa" en la pesca, aseguró Ricardo Sagarminaga van Buiten, de la empresa Kai y encargado de ofrecer ayer la formación al medio centenar de tripulantes de la flota de arrastre en Vigo, lo mismo que ocurrió con otras, como el palangre o el cerco en el Mediterráneo, para modernizar el sector y mejorar sus prácticas.

"En este sector hay mucho de cultural y de hacer las cosas como toda la vida pero es momento de avanzar y, de hecho, el sector ya lo está haciendo con éxito", señaló, por su parte, el presidente de la asociación de bacaladeros Agarba, Iván López. Así, se recordó la recuperación de pesquerías como la merluza, la reducción a cero de las capturas de tortugas o la certificación MSC del bacalao que la flota española captura en Noruega.

Tanto López como Sagarminaga aseguraron que el sector debe luchar contra los efectos de esa valoración negativa y lograr con campañas de imagen que los logros del sector sean conocidos por la opinión pública, mucho más receptiva a los "datos negativos" . También apelaron a la responsabilidad de los políticos que se dejan influir por planteamientos "absurdos" de las organizaciones ambientalistas que llegan incluso a plantear la eliminación de la actividad pesquera.

López también valoró la política "vanguardista" de la administración pesquera española, sobre todo en sus procedimientos de control de la actividad, momento en el que también pidió "autocrítica" al sector que cuestiona tales controles. "Hay que darse cuenta de que en las quejas por las cuotas no somos los únicos, ocurre igual en otros países, y hay que saber que hay que respetarlas para no tener sanciones y porque de lo contrario será pan para hoy y hambre para mañana". También apeló al sector para que sea transparente, como vía para que los científicos analicen datos reales y puedan ofrecer expectativas "menos restrictivas" a la actividad.