El conflicto abierto por el nuevo plan de gestión del pulpo parece que por fin se cierra. Al menos hasta que llegue el momento de negociar el próximo, dentro de aproximadamente un año. La Consellería do Medio Rural e Mar remitió ayer a las federaciones provinciales la resolución definitiva con el nuevo plan en vigor a partir de ahora, un documento que finalmente recoge el acuerdo aprobado por una exigua mayoría en la provincia de Pontevedra. Esto significa que los naseiros de las rías de Pontevedra y Vigo también podrán dejar caladas las nasas en el mar todos los días, incluyendo fines de semana, en los fondos superiores a 25 metros. Desde la consellería reconocen que "non é tan estricto" como pretendía inicialmente, pero destaca que el sector del pulpo sí que acabó aceptando otras medidas de control, como los precintos identificativos.

La resolución dada a conocer ayer fue bien acogida en cofradías como Bueu y Aldán, que abanderaron las protestas en contra del nuevo plan y que consideraban discriminatorio para su sector. Los dos pósitos consideraban injusto que sus barcos, que faenan por fuera de Ons y en la costa de Soavela, estuviesen obligados a traer las artes de pesca a puerto los fines de semana. Por eso el patrón mayor buenense y uno de los más críticos con la gestión de la consellería, José Manuel Rosas, no ocultaba ayer su satisfacción, aunque de manera muy comedia. "Esta é a alternativa máis sensata porque xa non existen discriminacións entre as flotas. Pero isto non debe ser entendido como a victoria duns e a derrota doutros. Agora toca mirar para diante e que Administración e sector traballen para que isto non quede en papel mollado", manifestaba ayer por la tarde.

El principio de acuerdo alcanzado hace dos semanas después de dos maratonianas reuniones en San Caetano y tras varios días de protestas atendía en buena medida las demandas de las cofradías de A Coruña, sobre todo las que tienen su principal plataforma de trabajo en la ría de Arousa. Pero al mismo tiempo provocó decepción entre el sector crítico de Pontevedra, que veía como los cambios introducidos por la Consellería de Mar no les afectaban y les obligaban a tener que traer sus aparejos a tierra todos los fines de semana. No obstante, en la última de esas reuniones la consellería dejó la pelota en el tejado de la Federación Provincial de Pontevedra para que volviese a tratar este asunto y decidiese si cambiaba su postura. Esa asamblea se celebró el jueves pasado y por 10 votos a 8 los pósitos apostaron por dejar las nasas todos días en el mar.

El acuerdo fue trasladado a la consellería, que realmente es quien tiene la última palabra al respecto. El secretario xeral de Mar, Juan Maneiro, admitía ayer que "se lle deu voltas" a esa propuesta y que finalmente se respetó. "Gustaríanos un plan máis estricto, pero tamén hai compensacións e o sector aceptou o novo sistema de control. Agora hai que ver como funciona", manifestaba.