La flota gallega que faena en Gran Sol no gana para malas noticias. Tras ver retirada la licencia a varios buques, sufrir un aumento de las inspecciones en puerto y una "persecución" por parte de los inspectores, los armadores reciben ahora un nuevo varapalo.

Y es que la Secretaría General de Pesca -dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (magrama)- informó esta semana a los armadores que trabajan en el caladero comunitario de que, a partir del próximo lunes, día 27 de mayo, se modifican las condiciones de descarga en el Reino Unido. Si hasta el momento el sistema de pesaje consistía en un "muestro" realizado a partir del peso de varias cajas de pescado, ahora tendrán que pesar la totalidad de las capturas en el puerto.

"A finales de la semana pasada las autoridades de Reino Unido han contactado informalmente con nuestros servicios indicando que se requerirá a los capitanes el pesaje del pescado, previo a su transporte y posterior primera venta en España, cuando éste se desembarque en puertos de Reino Unido (incluyendo Escocia, Irlanda del Norte y Gales), tal como establecen los reglamentos de control comunitarios", explica Pesca en un comunicado enviado a las asociaciones de armadores españolas interesadas.

Los buques asociados en puertos de Reino Unido tendrán, por tanto, que demostrar que la cantidad de pescado desembarcado se corresponde con la anotada en el diario electrónico "al cien por cien". "Esto es otra forma de controlar a la flota. Hasta ahora lo que se hacía era un muestreo: se pesaban varias cajas de pescado y se estimaba la cantidad de producto desembarcado, para después traerla por carretera hasta España", explica Jesús Etchevers, presidente de la asociación coruñesa de armadores Arpesco.

A pesar de que esta normativa no afecta a los barcos de la asociación -dado que descargan las capturas en el puerto coruñés-, sí que tendrá repercusión en la mayoría de los barcos gallegos que trabajan en aguas comunitarias -cerca de 80 en total-, como los de Vigo, Celeiro y Burela. "Ya veremos qué pasa, algunos optarán por descargar aquí", señala Etchevers.

Esta noticia coincide con los "numerosos" controles a los que se ve sometida la flota de Gran Sol últimamente, y, en el caso de la coruñesa, la pasada semana reveló que la orden de aumentar las inspecciones partió de Bruselas, conocedora de que se cometían infracciones en los datos de descarga. "Andan detrás de la merluza, que es la principal especie que capturamos allí. El control se va aumentando cada vez más", sentencia Jesús Etchevers.

A pesar de todo, la Secretaría General de Pesca informa en su comunicado que mandó una solicitud al Reino Unido para que los buques españoles puedan aplicar los "planes de muestreo" aprobados por la Comisión en 2012, de modo similar al aplicado en los puesrtos de Irlanda.

"En espera de dicha confirmación, de momento todos los productos desembarcados deben ser pesados en su totalidad (el 100% de la descarga) en el momento del desembarque", concluye el texto.