La industria conservera española, mayoritariamente gallega, logró mejorar el pasado año sus resultados económicos con un aumento de la facturación del 4,7%, hasta sumar casi 629 millones de euros, es decir, casi 30 millones más que los cerca de 601 logrados en el ejercicio de 2011. Con este incremento, el sector salva la reducción que se registró en el volumen de sus ventas en el exterior, que bajaron el pasado año un 4,06%, al alcanzar las 136.459 toneladas frente a las 142. 229 registradas en el ejercicio anterior.

En la concreción de los datos por grupos de productos, el pasado año 2012 se evidenció una reducción del volumen de las exportaciones sobre todo en mejillones (-26%), demás moluscos (-53,2%) y mariscos (-26%). También las ventas al exterior de atún, la especie principal para el sector, registraron bajadas en volumen (casi un 10%), aunque este descenso fue compensado por el aumento de la facturación (más del 2%).

En paralelo, la especie que registró un mayor incremento en el volumen y valor de las exportaciones fue la caballa, con subidas del 76% y el 89%, respectivamente.

También registraron un gran incremento las exportaciones de lomos de atún, (35,5% en volumen y 42,2% en valor), mientras que las semiconservas de anchoa en salazón registraron números negativos tanto en volumen como en facturación (18% y casi 11%, respectivamente).

Así figura en los datos del balance definitivo del pasado año elaborados y aportados por la propia patronal conservera española, Anfaco Cecopesca, que también constatan reducciones en el capítulo de importaciones.

En concreto, la merma en el volumen de las compras en el exterior superó el 5%, aunque en lo económico la reducción solo representó el 1,14%.

Los mejillones, también en el capítulo de importaciones, registaron números negativos, ya que la industria conservera española redujo más de un 44% el volumen de sus compras de producto en el exterior, lo que se traduce en una reducción del 35% en términos económicos. Moluscos y mariscos registaron también saldo negativo mientras que las compras de atún aumentaron un 10% en volumen y casi un 42% en precio. Las importaciones de sardina casi se duplicaron, tanto en cantidad como en facturación, mientras que las de lomos de atún se vieron reducidas en casi un 9% al tiempo que su valor se incrementaba más de un 27%.