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Los escolares de Vigo y provincia con trastornos graves de conducta se quintuplicaron en 4 años

Presentan bajas calificaciones y un índice de absentimo escolar mayor -Psicólogos y el colectivo de padres reclaman más implicación a los centros y medios a la administración

Miguel G. Montero

Lentitud para procesar la información, dificultad de memoria, poca autoestima, una tolerancia a la frustración también baja, alta labilidad emocional, déficit de afectividad, dificultad de empatía... Esta conducta negativista, arraigada en todos los contextos de forma diaria y no puntual, está detrás de los niños y jóvenes que padecen trastornos graves de la conducta. Afectan no solo a su desarrollo social sino también a su aprendizaje, por ello demandan en sus centros necesidades educativas especiales. En los últimos cinco cursos lectivos, el número de escolares que fueron diagnosticados con este trastorno se quintuplicó en los centros públicos de Vigo y la provincia de Pontevedra, pasando de 375 en 2013 a 2.153 el año pasado, según datos del Ministerio de Educación.

No solo las estadísticas reflejan este crecimiento. Psicólogos especializados o miembros de la comunidad educativa ratifican el aumento de expedientes, intervenciones o sesiones de trabajo con este tipo de alumnado, que requiere de un apoyo educativo específico. "Tienen dificultades tanto en casa como en el colegio y este deterioro les genera problemas a nivel académico. Su entorno también influye, es más, desde la crisis hubo un cambio en la sociedad y estructuras familiares, los padres pasan menos tiempo con los niños, hay menos control parental, menos comunicación, les faltan límites realmente,", explica la psicóloga Victoria Romero.

La especialista lamenta que falta formación por parte de los docentes en el tratamiento de estos alumnos. "Hay que invertir en formación del profesorado, aunque pueda parecerlo no lo están. Lo vemos cuando damos charlas en los colegios; es que pueden ser los primeros en detectar los signos de alarma. Hay muchos protocolos pero si no se aplican, no valen para nada", razona Romero.

Desde Foanpas también trabajan por la inclusión de los escolares con trastornos de conducta. Su portavoz, Bertila Fernández, asegura que sin un reconocimiento por parte de la familia, su desarrollo no será exitoso. "Las familias deben aceptar la situación, muchas veces estos niños tienen estas actitudes bien de forma innata o porque viven situaciones de abandono emocional, que no social, sino de desatención emocional", contempla Fernández, quien desde el colectivo reivindica "el papel del educador social en las escuelas".

"El propio tutor del alumno debe conocer el caso pero no siempre es el adecuado para tratarlo. Cierto es que los profesores están desbordados, por ello la administración debe poner los medios para atajar esta situación", añade.

Victoria Romero - Psicóloga

"Hay que invertir más en formación del profesorado, son los primeros en detectarlo"

Bertila Fernández - Portavoz FOANPAS

"Casi todos los meses recibimos una llamada de familias por pensamientos suicidas"

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