Los temporales y la tramitación de permisos han retrasado casi dos meses la instalación del prototipo vigués para obtener energía de las olas en Punta Langosteira. La boya del proyecto europeo Life DemoWave ya está desmontada y lista para su traslado en las instalaciones de Quantum, en Porto do Molle. Y sus responsables prevén realizar el viaje hasta el puerto exterior de A Coruña la próxima semana.

La zona experimental designada por el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) registró el pasado enero su récord de oleaje: 19,23 metros. Los ingenieros vigueses tenían previsto trasladar allí la boya en marzo, pero la sucesión de temporales hacía imposible su instalación en el mar. De hecho, en las últimas semanas de ese mes se registraron alturas de hasta 10 metros.

Aunque el prototipo está diseñado para soportar las duras condiciones oceanográficas y meteorológicas de Langosteira -su propia forma de boya facilitará esta supervivencia-, la instalación es inviable en situaciones tan adversas. Así que una vez que el prototipo llegue a puerto, los investigadores aguardarán las mejores condiciones para trasladarlo a una zona próxima a la costa y de unos 50 metros de profundidad.

El proyecto Life DemoWave nace de la iniciativa del profesor José Antonio Vilán y cuenta con una financiación europea de 1,8 millones de euros. El consorcio encargado de ponerlo en marcha está liderado por Quantum Innovative, una spin-off de la Universidad de Vigo que ya tenía dos patentes licenciadas, y del que también forman parte Hércules Control, Grupo Josmar y ACSM, además de tres grupos de investigación del campus: CIMA, Energía Eléctrica y Procesado de Imagen. También participa el Cetmar, que monitorizará el impacto ambiental del dispositivo en Punta Langosteira.

El prototipo es similar a una boya oceanográfica, pesa 11 toneladas y tiene 17 meros de largo, de los que 5 serán visibles sobre la superficie del mar. Su potencia es de 25 kilovatios y los investigadores calculan que será capaz de generar 200.000 kWh en un año.

Dotado de dos mecanismos, uno mecánico y otro hidráulico, permanecerá en el mar durante un año para determinar cuál es más eficaz y validar la viabilidad de esta novedosa tecnología de cara a su futura comercialización.

Y es que la razón de ser del proyecto DemoWave es el elevado potencial energético de la costa gallega, la mejor zona de toda Europa para aprovechar la fuerza de sus olas junto con el sur de Gales.