Uno de cada cuatro gallegos es pensionista y, a mediados de siglo, será uno de cada tres. Son datos del Observatorio Social de Mayores con los que Comisiones Obreras trata de dar a conocer "la dimensión real del problema" y que presentó hoy en su sede de la calle Teixugueiras. El secretario xeral de la central en Galicia, Ramón Sarmiento, defendió la "necesidad de que los presupuestos reconozcan un flujo estable y sostenible para un envejecimiento digno.

Julián Gutiérrez, secretario general de la Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO, cifra en 15 millones los españoles que en 2050 cobrarán una pensión y que el coste supondrá el 15% del PIB. Llamó a no entender a los jubilados "como una carga, sino como los generadores de empleo que son".

En este sentido, Maica Bouza, secretaría de Empleo y Economía del sindicato, cifra en tres mil los puestos de trabajo" que se crearían en Galicia solo si la Administración central recuperara la financiación de la Ley de Dependencia. Y si esta norma se desarrollara en su totalidad, "se duplicarían los empleos".

Para "garantizar el presente y el futuro de las pensiones", la central hace una serie de propuestas que quiere debatir en el pacto de Toledo. En primer lugar, que se recupere el incremento en función del IPC. Aboga por que se sufrague mediante impuestos, en vez de contribuciones, los 4.000 millones de euros al año de personal de la seguridad social, "como en todos los ministerios"; los 1.800 millones de euros de las tarifas planas a empresarios para fomentar la contratación; y las pensiones contributivas de los que no han contribuido -viudedad, orfandad?- en un plazo de 5 años. También piden que se quite el tope a las bases máximas de cotización, con lo que se dejan de ingresar 8.000 millones de euros al año. "Por los cinco años de reforma del PP, habría 40.000 millones de euros más" por este último concepto, reprochan.