La investigación que el Puerto inició el año pasado sobre las actividades desarrolladas en sus espacios y bienes inmuebles ha deparado otra sorpresa. En la recta final de estas pesquisas se descubrió que otro organismo, Capitanía Marítima de Vigo -dependiente del Ministerio de Fomento- era uno de los numerosos inquilinos de la Autoridad Portuaria sin los papeles en regla. Ocupó durante los últimos 20 años unas dependencias en la Estación Marítima sin tramitar la concesión administrativa, el primer requisito que se exige a cualquier entidad que pretenda asentarse en el ámbito portuario. Pero a diferencia de otros estamentos, Capitanía -con una plantilla formada por casi 30 funcionarios- respondió con prontitud a los requerimientos de Praza da Estrela para regularizar su situación y desde finales del pasado mes forma parte del amplio universo de sus concesionarios, formado por 600 titulares, entre empresas e instituciones.

La solicitud de la concesión administrativa de los 1.000 metros cuadrados que abarcan las oficinas de Capitanía en la primera planta de la Estación Marítima fue aprobada en el último Consejo de Administración. Aprovechando este trámite se asignaron a la concesión 148 m2 situados en los sótanos del edificio que, según fuentes portuarias, la autoridad marítima usará para su archivo.

El presidente Enrique López Veiga desconocía ayer los detalles del peculiar régimen de uso del que disfrutó desde 1998 la sede de Capitanía Marítima, aunque dio por supuesto que a partir del plácet del Consejo pasará a pagar las tasas correspondientes. Eso sí, por tratarse de organismo perteneciente al Estado gozará de una bonificación del 50%.

Hubo otros organismos que hasta hace apenas unos meses ocupaban superficies portuarias sin abonar un céntimo. En este grupo estaban instituciones de renombre como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) o el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Ambos usaban locales esparcidos por distintas localizaciones portuarias sin la obligatoria concesión hasta que el Puerto les llamó al orden. Pero de todos, el caso más flagrante, por el prolongado tiempo que operó en esa situación de alegalidad, lo protagonizó la Casa del Mar del Instituto Social de la Marina (ISM). Construida hace 46 años en el número 51 de la avenida de Beiramar, carecía de cualquier vínculo administrativo con la Autoridad Portuaria, y mucho menos una concesión.

Sin embargo y en contraste con el resto, fueron los responsables del ISM quienes, a raíz de la solicitud de unos permisos al Puerto para la ejecución de una serie de obras, detectó la irregularidad y se puso a corregirla de inmediato.

Contigua a la sede de la Capitanía Marítima, en la primera planta de este emblemático inmueble han quedado vacías otras dependencias debido a un replanteamiento de servicios vinculados el Ministerio de Sanidad.Y pronto se desalojarán más como la Sala de Control de la Policía Portuaria, departamento que se reubicará en la sede portuaria en Praza da Estrela. De momento no se ha decidido qué hacer con unos espacios que por cercanía podría interesar a los vecinos de al lado, Salvamento Marítimo.