Nueva jornada de huelga y nuevas suspensiones. "El teléfono en el juzgado de guardia no dejó de sonar en toda la mañana por llamadas de personas que no lograban contactar con una sala en concreto", explica una trabajadora que estuvo de servicios mínimos en las dependencias de la calle Lalín. La gran mayoría de los juzgados permanecieron con las puertas cerradas ya desde primera hora de la mañana anunciando con carteles que los señalamientos previstos para el día se suspenderían por la huelga del personal funcionario que se trasladó a Santiago para participar en una manifestación.

Solo dos juzgados de Penal, el número 2 y el número 1 celebraron vistas, siete en concreto (sin contar con los de Violencia sobre la Mujer al tratarse de un juzgado de guardia). En esta última fue el propio Letrado de la Administración de Justicia -nueva denominación del secretario judicial- el que ejerció las funciones de auxiliar para evitar tener que aplazar más vistas y no tener que citar a las partes, testigos o peritos para otra jornada. "Suspendimos tres vistas al no contar con funcionarios, una de ellas porque requería de una videoconferencia pero a las cuatro restantes intentamos darles salida para no tener que volver a citar a las partes que se habían presentado hoy (por ayer)", explicó el letrado judicial.

Por su parte, en el Juzgado de Instrucción 4 y en Instrucción 8 se practicaron sendas diligencias con normalidad (una multitudinaria comparecencia y varias declaraciones). En el edificio colindante, ninguna de las tres salas de lo Social con vistas señaladas llegó a celebrar vistas; situación idéntica en los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo. En una jornada normal en los tribunales vigueses se congregan más de 70 juicios de media entre todas las jurisdicciones, diez veces más que las vistas celebradas ayer.

Y es que la falta de tramitadores, auxiliares o gestores judiciales se notó de sobremanera. Más de 200 funcionarios de los tribunales vigueses se dieron cita a primera hora de la mañana frente a las instalaciones para subirse en alguno de los cuatro autobuses que los trasladaban a Santiago de Compostela, donde participaron en una multitudinaria concentración para reivindicar mejoras salariales además de un incremento en las dotaciones materiales y medios humanos en cada órgano.

Tercer parón judicial

El de ayer fue el tercer parón convocado por los siete sindicatos mayoritarios -CUT, UGT, CSIF, SPJ-USO, STAJ, CIG y CC OO- y secundado por más del 60% de los trabajadores de las dependencias de calle Lalín. Siguiendo la estela de las dos jornadas anteriores, los servicios mínimos volvieron a hacer acto de presencia. Los únicos.

La huelga redujo al mínimo la actividad y tampoco hubo atención al público en muchas de ellas. Los descuentos en bajas laborales, las sustituciones, los refuerzos o la amortización de plazas son algunas de las problemáticas también denunciadas por el colectivo sindical.

En la primera e "histórica" jornada de parones, tal y como definieron los sindicatos en su momento, fueron más de 200 funcionarios los que salieron a las calles de Vigo para reivindicar mejores condiciones laborales. Por su parte, en la segunda jornada, celebrada el miércoles 15 de diciembre, los juzgados vigueses se vieron obligados a suspender 75 juicios por el masivo paro de trabajadores que paralizó de nuevo las instalaciones. Este tercer parón supone el último advertido por los sindicatos al no haber alcanzado un acuerdo con la Xunta de Galicia.

Su reivindicación más inmediata es la convocatoria en febrero de una huelga indefinida que, por el momento, no amenazaría a los señalamientos. "No hemos dejado de fijar vistas o diligencias por la previsión de una huelga indefinida", sostuvo un letrado judicial.