Las presas que abastecen al área de Vigo y el Val Miñor recuperan los niveles de ocupación propios de esta época del año gracias a las precipitaciones excepcionalmente altas de este arranque de 2018. El embalse de Zamáns es el que en estos primeros días ha experimentado una mayor recuperación al subir veinte puntos su nivel de ocupación. El volumen de agua almacenada ha pasado del 49,58% del 1 de enero al actual 70,50% actualizado ayer por la Consellería de Medio Ambiente. Eiras se mantiene al 81,94%, que es incluso ligeramente superior al máximo que permite la normativa. Se establece una cota límite de 234 para dejar margen de crecimiento ante posibles avenidas en época de lluvia como la actual. La presa de Baiona también se ha beneficiado del cambio meteorológico, que le ha permitido dar el salto del 60,28% de ocupación que marcaba la primera semana del año al 93,56% con el que arrancó ésta.

El salto adelante que revelan los registros oficiales de Augas de Galicia se deben a los 61,7 litros por metro cuadrado recogidos del 1 al 9 de enero en la estación que Meteogalicia tiene en la ciudad. Aunque el dato verdaderamente importante es el detectado en la estación ubicado en el campus y que en este mismo periodo suma un total de 162,5 litros/m2 que equivalen a la lluvia recogida en ese punto entre y noviembre del pasado ejercicio.

A pesar de la recuperación y de que Zamáns regresa estos días al 70% de ocupación después de caer a mínimos históricos por debajo del 40%, su volumen actual es todavía el segundo más bajo de los recogidos a estas alturas del año en la última década, cuando la media está en alrededor del 90%. En Eiras la situación cambia, ya que la obligación de desaguar por motivos de seguridad no permite sobrepasar con holgura la barrera del 80% en la que se sitúa en la actualidad la presa de la que se abastece al grueso del área de Vigo.

Las lluvias propiciaron que Augas de Galicia levantase el 26 de diciembre pasado la autorización vigente por la sequía extrema de reducción del caudal ecológico aliviado hacia el Oitavén. A partir de ese día se recuperó la normalidad y ahora mismo le correspondería liberar 882 litros por segundo, pero la necesidad de vaciar el embalse ha provocado que la cifra real se sobrepasase hasta alcanzar un máximo de 81.000 l/s en la jornada del 4 de enero. Esto permite que a estas alturas ya se haya superado, según información municipal, el caudal ecológico mínimo que en condiciones ordinarias correspondería a todo el mes de enero.

Las presas vuelven a niveles habituales, pero el gobierno vigués sigue reclamando la ejecución de la conducción de emergencia desde el Verdugo comprometida por la Xunta y la planificación de "una solución de futuro que garantice el suministro a toda el área de influencia". A este respecto, desde la Consellería de Medio Ambiente aseguran que la obra siga la tramitación por la vía de emergencia y que el acuerdo de Vigo para autorizarla aún se recibió el 4 de enero.