Empezaron al ralentí, pero las subastas judiciales telemáticas de bienes e inmuebles embargados comienzan a entrar en puja. Y es que si hace un año -fecha en la que entró en vigor el Real Decreto 1011/2015, nueva normativa que regula las subastas electrónicas- siete de cada diez subastas que salían a puja quedaban desiertas, ahora son más de las mitad las que logran licitadores. Este año, las salas de Primera Instancia de Vigo, juzgados de Violencia e incluso notarios sacaron a subasta, ya sea por la vía de apremio o por jurisdicción voluntaria, un total de 146 bienes muebles o inmuebles (pisos, coches, fincas rústicas, casas a medio reformar e incluso buques a motos) de los cuales 79 contaron con algún postor y por lo tanto concluyeron con pujas mientras que 67 quedaron desiertas y sin adjudicatario. Cifras que ponen de manifiesto el cambio de tendencia este formato de adquisión, más de la mitad de las subastas fueron pretendidas por más de un comprador.
Que una puja judicial cuente con postores no indica necesariamente que alguno de ellos se convierta en su nuevo propietario. Cuando la mejor puja sea igual o superior al 70 % del valor por el que el bien hubiere salido a subasta, el Letrado de la Administración de Justicia (nueva denominación del secretario judicial) aprobará el remate en favor del mejor postor y entonces la entidad o particular si serán los nuevos adjudicatarios del inmueble. Pero si esta queda desierta o las ofertas no superan el 70% del valor de la propiedad, el acreedor, que en la gran mayoría de los casos son entidades bancarias, puede pedir la vivienda por el 50% del valor de tasación, o por el 70% si se trata de la vivienda habitual del deudor o de un inquilino.
La introdución de este sistema electrónico puso fin a las tradicionales susbastas presenciales. Su finalidad consistía en atraer un mayor número de postulantes al resultar la celebración de las pujas mucho más accesible: los ciudadanos podránparticipar en las pujas desde su casa a cualquier día y a cualquier hora. Tan solo es necesario registrarse en el portal de subastas para acceder desde cualquier punto de España a bienes hipotecados o embargados de múltiples ciudades. Como explicaban fuentes judiciales en el momento de su puesta en marcha, esta nueva práctica beneficiaría en particular a promotores foráneos que buscan inversiones en un municipio o urbe en concreto.
Dos años después de su entrada en vigor, este formato electrónico comienza a ser más conocido y por lo tanto captar un mayor número de subasteros interesados. Y es que no solo se ha incrementado el número de subastas con postores sino también las propias salidas a puja. La gran mayoría de los bienes que se ponen a subasta se trata de ejecuciones al ser embargados sus propietarios para hacer frente al pago de una deuda o parte de la misma. Así, los nuevos compradores pueden adquirir a bajos o medios precios inmuebles de gran calidad o vehículos. Estudios con garaje en pleno centrode Vigo por 83.000 euros, fincas rústicas a las afueras que no superanlos 200.000 euros, imponentes chalets con parcela y garaje que no alcanzan los 700.000 euros o locales comerciales por poco más de 10.000 euros.
Once pujas activas
Actualmente son nueve las subastas activas por parte de los Juzgados de Primera Instancia de Vigo, de las cuales solo una cuenta con alguna puja (los postores cuentan con hasta tres semanas para presentar sus ofertas). Una finca rústica en Regueira dos Matos, otra en Poio, una vivienda unifamiliar en la calle Reguiera, un piso sito en la calle Padre Feijóo, otro domicilio unifamiliar en la dirección Travesía de Espiñeiro, un local comercial en Ecuador o otra vivienda en A Ramallosa son los bienes contenidos en las subastas programadas por las salas civiles del partido judicial vigués.
