Con unas 1.500 operaciones de fetos en su carrera, el doctor Quintero fue pionero en esta técnica y hoy es una eminencia mundial.

-¿Cuándo empezó a operar bebés en el útero?

-En el año 91 comencé a desarrollar la posibilidad de utilizar endoscopias en el útero durante el embarazo de una manera que fuese aceptable clínicamente. Ese terreno era experimental e incluso ya estaba en desuso, porque cuando surgió el ultrasonido en los años 80 y permitió ver al feto y hacer diagnósticos, prácticamente se eliminó la endoscopia, más agresiva porque necesitaba entrar con un objeto punzante. La desplazó en lo poco que había avanzado. Sobre 1990, me di cuenta de que, a pesar de que el ultrasonido podía ayudarnos a hacer buenos diagnósticos sin necesidad de entrar en el útero, no satisfacía todas las necesidades y las posibilidades de tratar al feto estaban limitadas. En estos 25 años logré desarrollar toda una tecnología endoscópica que ha permitido tratar diferentes problemas durante el embarazo, para prevenir que los bebés fallezcan, para curarlos en el útero o, por lo menos, que cuando nazcan tengan mayor calidad de vida. Hoy es una realidad y en muchos países del mundo se ofrecen tratamientos en útero.

-¿ Cómo de extendida está esta técnica?

-En muchos países existe algún centro, aunque no todos ofrecen todos los tratamientos ni con el nivel de calidad que se desearía. La idea mía ha sido, en esta relación con el hospital de Vigo, crear un centro que sea referencia regional o incluso nacional e internacional.

-¿ Cuál es la situación de estas cirugías en España?

-Hay dos o tres centros, pero ninguno en esta región y hay características muy particulares aquí. Pero, sobre todo, el nivel que vamos a prestar aquí es el más alto.

-¿ Qué significa? ¿Qué incluye?

-Tratar de abarcar todas a o casi todas las patologías y condiciones que se pueden tratar en útero y al mayor nivel desde el punto de vista de calidad y resultados, de beneficios para la paciente.

-¿ Qué se opera hoy en día dentro del útero?

-Hay una lista grande. Cuando solo hay un bebé, se puede tratar una obstrucción que le impide orinar; una hernia diafragmática; una obstrucción de una válvula del corazón; una brida que estrangule y pueda amputar un miembro... En los gemelares, hay una serie de situaciones en las que la vida de uno o de ambos está comprometida y, a menos que se intervenga, pueden fallecer. Por ejemplo, cuando comparten sangre de forma desigual -transfusión feto fetal- o cuando comparten una misma placenta y uno tiene una malformación congénita que los compromete. La casuística es cada vez mayor porque, al haber desarrollado estos tratamientos y saber que son eficaces, se justifica más hacer el diagnóstico, encontrarlo para que ese embarazo no se complique o malogre.

-¿Cuáles son los resultados, el porcentaje de éxito?

-Antes de desarrollar la cirugía de gemelos que comparten sangre de forma desigual, se perdían el 90% de estos embarazos. Ahora, se salva el 90%. Un giro de 180 grados. Con el resto de problemas, tienen también porcentajes de éxito muy altos.