Con discreción y nocturnidad, Maersk sorprendió este lunes por la mañana al anunciar a la terminal de contenedores de Vigo la escala de una ruta suprimida de este puerto desde hace casi tres años. Conocida como la línea "Pescanova" por arrancar su itinerario en Walvis Bay (Namibia) para tocar en su recorrido hacia el norte enclaves africanos donde la multinacional tiene flota desplegada, el buque protagonista del inesperado atraque en Guixar fue el Maersk Phuket, que entre las ocho de la tarde y hasta las once y media de la noche descargó 170 contenedores de pesca congelada.
Las empresas vinculadas al movimiento de mercancías desarrollado por este barco solo encuentran una explicación que justificaría lo que de momento, a falta de una versión oficial, solo obedece a una escala puntual. "Que al final, manda la carga, y la armadora no tiene más remedio que enviar sus barcos a donde están los clientes. Y en este caso, todos eran de Vigo", aducen. Y aunque confían en que esto ocurra más veces con la esperanza de que finalmente acabe convirtiéndose en una escala permanente, recalcan que al menos hasta el pasado mes la ruta a Namibia estaba siendo operada por Marín. De momento sigue sin variaciones en la web de Maersk.
Entre los contenedores que dejó en Vigo el Maersk Phuket -210 metros de eslora por 32 de manga- había algunos para Iberconsa recogidos durante su parada previa en Algeciras aunque transbordados aquí desde buques de Argentina. Para los agentes consultados, la presencia de esta media de docena de depósitos "australes" en la bodega del Phuket "es anecdótica", y no justifica "ni mucho menos", recalcan, la escala viguesa de este barco. Si este fuera el verdadero motivo, recuerdan que para este cometido Maersk ya tienen los feeders, los pequeños cargueros que cubren la ruta semanal entre Algeciras y Vigo, como el Boxy Lady, que atracó en la noche del mismo lunes en el muelle de Termavi, donde todavía continuaba anoche.
"Operaciones inexplicables"
Así que a juicio de estos agentes, el envío a Vigo de un buque como el de Namibia que no recalaba en este puerto desde febrero de 2015 encaja dentro de esas "operaciones inexplicables" que la naviera viene desarrollando desde que decidió trasladar tráficos a Marín. Como esa doble escala que alterna en ambos puertos, que a veces se convierte en triple, triplicando a su vez el gasto por las maniobras y tasas de sus barcos cuando en teoría los había trasladado al puerto vecino para ahorrar costes.
"Maersk juega a irse de Vigo pero sin irse del todo", compara un veterano transitario vigués, convencido, como la Autoridad Portuaria, que tarde o temprano la naviera "se dará cuenta del error de apostar por Marín aunque nunca lo admitirá". Esta afirmación coincide con un hecho objetivo que cualquiera puede constatar con un simple vistazo a las hileras de contenedores apilados en Termavi: que el predominio de los que lucen el logotipo del gigante danés vuelve a ser abrumador.
