El Centro Portugués de Vigo está de celebración. Mañana inicia los actos que conmemoran su 90 aniversario y para ello han invitado a una ilustre docente lusa en la ciudad. Rosa Adanjo Correia, que en 1992 se convirtió en la primera profesora de portugués en la Universidad de Vigo, impartirá una conferencia sobre el escritor Fernando Assis Pacheco. Aunque ya está oficialmente jubilada, Adanjo sigue dando clases en la Universidad Sénior de Lisboa. Su pasión por los idiomas -habla siete lenguas- y su espíritu aventurero la trajeron a Vigo hace un cuarto de siglo. Ahora, con el idioma gallego más débil que antaño, ejerce una defensa a ultranza de una lengua que "es unas parte esencial de la historia de esta tierra".

-Ha sido requerida por el Centro Portugués de Vigo para iniciar su aniversario. ¿Qué sensaciones le provoca la llamada?

-Estoy emocionada porque ha sido una institución muy importante en mi vida. Me permitió descubrir una ciudad tan bella como Vigo e impartir clases en la universidad. Soy una privilegiada por poder aportar mi granito de arena a su celebración.

-¿Qué importancia tiene el centro en la ciudad?

-Ejerce de nexo de unión entre Galicia y Portugal y eso tiene un valor incalculable. Un ciudadano luso y uno gallego pueden encontrarse allí y estrechar lazos. Además, en los últimos años ha mejorado mucho, tanto a nivel de infraestructuras como de eventos. También lo ha hecho la urbe, que se parece muy poco a la que yo conocí. Ambos espacios van de la mano y crecen a la misma velocidad.

-Su charla gira en torno a Fernando Assis Pacheco. ¿Por qué eligió su figura para este acto?

-Es un escritor muy respetado en Portugal y que dejó un importante legado. Además sus abuelos eran de aquí, por lo que una vez más queda palpable la relación entre Galicia y Portugal.

-El gallego vive horas bajas. ¿Ve peligrar su futuro en los próximos años?

-No creo que exista un riesgo real de desaparición. Es una lengua con muchos siglos de historia y que la gente sigue hablando en numerosos lugares. Actualmente convive con el castellano, que posiblemente sea el idioma más empleado, pero los ciudadanos siguen respetando y amando el gallego. Tiene mucho futuro por delante pero hay que cuidarlo.

-¿Qué deben hacer las autoridades para potenciar su uso?

-Se me ocurren numerosas acciones, pero sobre todo tienen que impulsar su literatura. Una lengua no puede perdurar en el tiempo si no se cuida su literatura. Muchos políticos se olvidan de ello y no ayudan a los escritores locales, pero sin ellos el gallego sí estará condenado. No puede sobrevivir solo en el modo hablado. Es imposible.

- Usted fue la primera profesora de portugués en la ciudad. ¿Cómo llegó hasta ahí?

-Fue gracias a un acuerdo entre la Universidad de Vigo y el Centro Portugués. Decidieron crear una materia relacionada con el idioma luso y me escogieron a mí para impartir sus clases. La recuerdo como una etapa muy bonita de mi vida en la que conocí a gente fantástica. Mi relación con los alumnos era muy buena y aunque deberían ser ellos los que me valorasen como profesora, sí puedo decir que por mi parte fue una experiencia maravillosa.

-Tras su paso por Vigo ejerció en diferentes universidades hasta jubilarse en 2008. ¿Qué ha hecho desde entonces?

-Además de impartir numerosas conferencias fui profesora en la Universidad de Perugia. Allí estaba muy a gusto pero una norma me prohibió dar clases estando jubilada. Como no podía estar sin hacer nada y me tenía que marchar de allí acepté el puesto de docente en la Universidad Sénior de Lisboa, donde llevo ya unos cuantos años.