La huella que dejaron los incendios que sacudieron Galicia el domingo 15 y el lunes 16 de octubre puede apreciarse con un simple paseo por los montes de la comarca. Desde las alturas, sin embargo, se distingue con más claridad su gran dimensión y las hectáreas que quedaron calcinadas por las llamas. Una imagen tomada por el satélite de la empresa Deimos Imaging muestra la gran mancha negra, de cenizas y vegetación carbonizada, que dejó el fuego. La instantánea aérea, que se tomó el domingo de la semana pasada, confirma además hasta qué punto penetraron las llamas en el municipio y cómo acosaron a zonas habitadas. El fuego obligó de hecho a desalojar viviendas, la fábrica del Grupo PSA en Balaídos e incluso obligó a suspender las clases en la Universidad de Vigo y varios colegios de la comarca. Su peor saldo fueron las víctimas mortales que dejó. Una de ellas, un vecino de 70 años de San Andrés de Comesaña que falleció mientras intentaba librar de las llamas la casa de una amiga.

La respuesta que se dio a los incendios, el dispositivo desplegado, la política forestal o las medidas para paliar los daños ocasionados protagonizaron, de hecho, el debate municipal de octubre y seguían ocupando un lugar destacado del debate político ayer por la mañana. El alcalde, Abel Caballero, defendió que el Plan Municipal de Emergencia se activó durante los incendios y "se siguió al milímetro", con un Puesto de Mando Avanzado y un "mando único" que ejerció el propio regidor. Según detalló Caballero, el plan se puso en marcha "el domingo por la mañana" y permaneció en vigor hasta las 20.30 horas, cuando se activó el nivel 2 de alerta por parte de la Xunta de Galicia.

Desde el PP, su portavoz local, Elena Muñoz, avanzó que su grupo presentará una petición por registro para la celebración de un pleno extraordinario en el que se aporten explicaciones sobre el dispositivo desplegado la noche de los incendios y también sobre los daños. Lamentó además que Caballero "no explicó nada" en el pleno.