Los empresarios han tenido que exprimir su mente durante los últimos años para contrarrestar los efectos de la crisis financiera. En este periodo han aflorado la ideas originales y las apuestas arriesgadas entre los dirigentes. Esas actitudes son las que trata de fomentar la Acción Social Empresarial (ASE), que busca conseguir el máximo beneficio de sus asociados abrazando la Doctrina Social de la Iglesia. Mañana Pedro Matas, junto al presidente de la entidad, Luis Hernando de Larramendi, presenta a las 20.00 horas en el Círculo de Empresarios el proyecto para la ciudad de Vigo.
-¿Cuándo nació la asociación y con qué objetivo?
-Vio la luz en 1951 en el contexto de una federación internacional de asociaciones equivalentes de empresarios y directivos católicos y cristianos. En todos estos años ha tenido una vida más o menos regular aunque poco a poco más decadente. Esta dinámica cambió en 2013, cuando entró un nuevo equipo directivo que está tratando de equiparar su labor a la que se hace en otros países. Lo que nuestra asociación pretende hoy en día es convertirse en un lugar de encuentro y acogida de los profesionales cristianos que quieran compatibilizar sus vivencias religiosas con la realidad de las empresas.
-¿Cómo han sido estos 66 años de vida?
-La asociación fue la impulsora del Salario Mínimo Interprofesional y nuestra exigencia en ese campo dio lugar a su nacimiento. Luego, al igual que otras realidades de la Iglesia, fuimos perdiendo peso hasta 2013, donde volvimos a dar un salto positivo. Ahora mismo somos una organización creciente que está inscrita en el registro de entidades religiosas del Ministerio de Justicia y que, trabajando al amparo de las diócesis, espera seguir prosperando.
-¿Por qué eligieron Vigo para su nueva sede?
-No he estado en su elección pero sí en su génesis. Si hay una ciudad en Galicia que destaca por ser empresarial es Vigo. Yo llegué aquí en 1966 y rápidamente descubrí la ebullición de empresas que la conformaban en poco espacio. La gente ya está trabajando a las cinco de la mañana y los últimos terminan a las doce de la noche o incluso más tarde.
-¿Qué esperan de su llegada a la ciudad?
-Pienso que la fuerza empresarial de Vigo, tanto la de los jóvenes como la de los no tan jóvenes, va a hacer que ASE Vigo sea motor de ASE España. Podemos crear un movimiento muy influyente en el resto del país. Ojalá los directivos se animen a integrarse en nuestra asociación.
-¿Qué particularidades tiene su asociación respecto a otras similares?
-La empresa ha sufrido mucho en los últimos años y creo que es fundamental el volver a vincular la economía con la ética de las personas, que ha faltado en muchas ocasiones durante las recientes crisis económicas. No puede haber una empresa ausente de ética y nosotros nos encargamos de potenciar ese apartado. Somos distintos en ese punto.
