Desde que el consejo de administración de la Autoridad Portuaria aprobó la concesión a Suardiaz de la nave de rederos de Bouzas -4.200 m2-, la naviera que explota la autopista del mar solo ha visitado en una ocasión una instalaciones que pretende convertir en la base de mercancía de la conexión marítima entre Vigo y Francia y su extensión a Tánger. Ha sido así en parte por la tensión que mantienen los rederos con la Autoridad Portuaria por su oposición a abandonar estas dependencias mientras no se les garantice una alternativa.

Para la compañía de Juan Riva se trata de una situación incómoda por lo que hace meses que dejó en suspenso los planes de iniciar este octubre las obras de reforma pese a tenerlas ya definidas en un anteproyecto que presupuesta la inversión en unos 500.000 euros. El impás que sufre esta remodelación podría durar muy poco si en los próximos días armadores y Puerto sellan el acuerdo para reubicar a los rederos en un nuevo emplazamiento.