Los trabajadores de la zona azul denuncian que la actual concesionaria en Vigo, Dornier, incurre en una baja temeraria de hasta un 31 % respecto al coste del servicio en la oferta que ha presentado al concurso abierto por el Concello para el nuevo contrato que regirá durante los próximos diez años. Los empleados alertan de que habrá una reducción de personal (entre 13 y 16 personas de un total de 40) y un sobrecoste para los contribuyentes.

Carlos Landín, representante sindical, asegura que la empresa "tiene amenazado" al Ayuntamiento con reclamarle por la vía de lo contencioso administrativo el dinero que le debe por las plazas de zona azul que han desaparecido por el proceso de humanización de calles y que en el nuevo contrato se pretende recuperar en parte.

Los trabajadores temen que si Dornier renueva la concesión de la zona azul en la ciudad inicie un expediente de regulación de empleo pocos días después.