La estación de autobuses mantiene una tensa espera. Pese a que en la tarde del miércoles los sindicatos suspendieron la huelga de transporte hasta el próximo 2 de agosto, la terminal viguesa no registró ayer mucha actividad de pasajeros. Buena parte de los que se acercaron a por algún billete lo hicieron con temor a que el paro continuase y les obligase a buscar otros medios de transporte alternativos. Los que respiran aliviados ante el inminente regreso diario de viajeros son los comerciantes del lugar, aunque lamentan los daños ocasionados. "Hemos perdido mucho dinero estas semanas y lo seguiremos perdiendo porque muchas personas ya habrán comprado algún billete de tren para próximas fechas", apunta Falleh Al Gasham, gerente de una tienda de complementos, quien añade que "la situación ha sido dramática y en muchas ocasiones nos encontrábamos solos en la estación".

Tras la paralización de la huelga indefinida con la que amenazaban los sindicatos, la normalidad en el servicio de transporte regresó a toda Galicia. Los autobuses salían y llegaban con puntualidad a la ciudad, aunque lo hacían semivacíos. "Muchos pasajeros habituales desconocen que el servicio ya es está restablecido y por ello no hay mucho movimiento. A partir de mañana -por hoy- habrá muchos más", aseguran María Vilariño y Rosi Fernández, taquilleras en la estación.

Los que sí se acercaron hasta la terminal de la Avenida de Madrid lo hicieron en estado de alerta. El anuncio por parte de los sindicatos a última hora de la tarde del miércoles hizo que muchos de ellos desconociesen el cese de la huelga. "Me alegro que intenten negociar sin perjudicar a los pasajeros. El lunes tenía un billete para Algeciras y no sabía si podría ir", comenta Leticia Nieto. También había turistas extranjeros que tuvieron su día de suerte. "Venimos desde Italia y queremos pasar unos días en Portugal. No teníamos constancia de que hubiese habido huelga pero nos habría hecho muchísimo daño", señalan Gonzalo Álvarez y Andrea Scalogna. Precisamente el regreso a la normalidad les permite visitar a su familia. "Tenemos aquí a seres queridos y sin servicio de transporte no podríamos verlo a la vuelta", reconocen.

Sin embargo, el tibio goteo de viajeros no contenta a los comerciantes. "Hemos pagado por toda la mercancía que tenemos y no la vamos a vender toda. Perderemos mucho dinero", apunta Purificación Docampo. "Las ventas han sido escasas y esperamos que este acuerdo no sea un apaño y la gente vuelva a tener confianza en los autobuses", añade un dependiente de una tienda de alimentación.

No todos los sectores se vieron perjudicados por los paros en el transporte. Los taxistas que suelen trabajar junto a la estación viguesa hicieron carreras "de récord". Muchos turistas llegaban a la terminal y se encontraban "atrapados" y sin poder viajar a su destino, por lo que demandaron servicios de taxi inusuales. "Mis compañeros y yo hemos hecho carreras hasta Porriño o A Guarda, que para nosotros suponen un fuerte incremento en la facturación", asegura el taxista Manuel Hermida.