Por la atención prestada a heridos en accidentes de tráfico o laborales, a enfermos cubiertos por mutuas o por seguros de salud privados o a extranjeros, la Estructura Organizativa de Xestión Integrada (EOXI) de Vigo ingresó el año pasado casi siete millones de euros. Una cifra que se ha incrementado en los dos últimos años en un 12%, que el Sergas atribuye a "un mejor control desde los servicios de Admisión" sobre las coberturas con las que cuentan los usuarios, a lo que también ha contribuido la digitalización de los datos de los pacientes.
Ya sea porque el sistema público de salud es el único que tiene una red de atención en el ámbito rural o porque cuenta también con la asistencia especializada más avanzada, sobre todo, en casos graves, las personas con seguros privados o mutuas hacen uso de los recursos del Sergas y, posteriormente, este pasa la factura a la entidad correspondiente.
El capítulo que más ha crecido es la facturación a aseguradoras privadas por pólizas de vehículos o de salud. El 48% de los 6,78 millones de euros ingresados corresponden a esto. En concreto, fueron 3,3 millones, casi un millón más que en 2105. Mientras el cobro por accidentes de tráfico asciende ligeramente -un 15% hasta los 1,42 millones-, el correspondiente a la asistencia a enfermedades lo hace de forma notable. De hecho, casi se duplica, pasando de 995.000 euros a 1,85 millones.
El jefe de este departamento, Enrique Molares, explica que el personal de Admisión ha avanzado en en la toma de datos de los usuarios que disponen de pólizas. En el caso de un accidente de tráfico, solo se le pide al herido la matrícula del coche en el que viajaba. A esto se suma que al convenio puesto en marcha hace un lustro entre la Administración y compañías aseguradoras se adhieren cada vez más entidades. "Ellos pagan menos por la prestación y nosotros logramos más pagos y menos juicios", expone. Así se ha producido un incremento 14% la emisión de facturas y en un 8% los cobros. Otras de las cuestiones que percibe es que "cada vez hay más gente con doble aseguramiento" y que "hay menos resistencia a dar el número de póliza porque la gente está tomando conciencia de que es un bien escaso".
Los cobros a mutuas de accidentes de trabajo, en cambio, han descendido. Casi 195.000 euros menos hasta los 1,55 millones. Es un descenso del 11%. Aunque los cobros han aumentado un 15% por una mejor relación con estas compañías, se emiten menos facturas. Molares ofrece dos posibles explicaciones: "O hay menos siniestralidad o las mutuas se están esforzando en que estos trabajadores vayan a sus clínicas". Se ha incluido como objetivo estratégico "asegurar que se repercute en las mutuas de trabajo los costes de la atención a enfermedades profesionales".
También bajan los ingresos por cobro a las aseguradoras de empleados públicos como Muface. En este caso, Molares admite mucha conflictividad judicial con estas mutuas para dirimir quién debe hacerse cargo del pago de esta asistencia. A lo largo de 2016, el Serasgas devolvió a estas entidades 80.000 euros, "normalmente, por sentencia".
Estos apartados representan el grueso de los ingresos por prestaciones de servicios, pero hay otros dos. Uno es un cajón de sastre en el que entran desde las matrículas de la Escuela de Enferemería del Meixoeiro, hasta lo percibido por ensayos clínicos -252.778-. El otro es el cobro directo a particulares, aquellos que no tienen ningún seguro que los cubra, como pueden ser los extranjeros o "españoles que no trabajan, que han acabado sus prestaciones y que no han formalizado su situación como personas sin recursos ante la Tesorería". Molares explica que este trámite puede realizarse con una simple llamada y tiene efectos retroactivos. Aclara que son los foráneos la gran mayoría en este capítulo, por el que el Sergas en Vigo percibió 147.424 euros el año pasado -53.000 más que el anterior-. Asegura que la reforma de la ley que eliminó la universalización de la sanidad en 2012 "no se ha notado gran cosa" en los ingresos, "porque se cubre desde la urgencia hasta el alta".
