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El ayudante que revoluciona el laboratorio

La empresa IRIS diseña un sistema de inteligencia artificial para facilitar el acceso a artículos científicos

Encuentro en Ginebra con Joshua Bengio, una referencia internacional | Durante su reciente estancia en Ginebra, Elosua (en la foto, a la dcha.) tuvo la oportunidad de explicarle el funcionamiento de IRIS a Joshua Bengio, momento que recoge la imagen, utilizando una de sus investigaciones como punto de partida. El científico canadiense, de la Universidad de Montreal, es una referencia internacional en Inteligencia Artificial y pionero de los algoritmos del deep learning adoptados por Google y Facebook.

Más de 3.000 artículos científicos son publicados cada día pasando a engrosar un repositorio virtual de acceso público que ya alcanza los 38 millones de trabajos. Un volumen de conocimiento colosal en el que investigadores de instituciones públicas y compañías deben sumergirse cada vez que afrontan un nuevo proyecto o reto tecnológico en cualquier parte de mundo. Para facilitar este acceso a la información, la empresa IRIS.AI, cofundada a finales de 2015 por el emprendedor vigués radicado en Madrid Jacobo Elosua, ha ideado un revolucionario asistente de inteligencia artificial capaz de filtrar y localizar los contenidos relevantes sin necesidad de conocer las palabras clave.

La compañía, que ya ha reunido 6000.00 euros de inversores europeos y estadounidenses, fue elegida el pasado febrero por la revista Fast Company como una de las diez más innovadoras en su ámbito junto a gigantes como Google o IBM y acaba de ser seleccionada por la aceleradora británica Founders Factory, que facilitará su salto a China. Su cartera de clientes, que incluye a una decena de universidades, empresas y centros de investigación de Alemania o los países nórdicos, ya puede presumir de contar con una multinacional de la talla de la energética BP.

"Estamos muy emocionados. Es nuestra primera empresa de gran tamaño y perfil clásico que seguramente animará a otras", celebra Elosua, que tras su paso por la City londinense lleva una década en España involucrado en proyectos relacionados con la tecnología digital pero siempre desde una perspectiva social.

De hecho, IRIS cuenta con 7.000 voluntarios que entrenan el sistema para mejorar la precisión del algoritmo y, además del producto premium, la herramienta está disponible de forma gratuita para cualquier usuario. En su web, incluyen el caso de una empresa de chocolates de EE UU que recurrió a ella para conseguir un producto más saludable.

"Es una maravilla. Esto es lo que queremos conseguir cuando hablamos de democratizar la información científica. Aunque nos dificulta más conseguir que la empresa sea sostenible, siempre será libre", apunta Elosua, que acaba de regresar del encuentro AI for Good, celebrado en Ginebra y auspiciado por la ONU.

El sistema IRIS aspira a convertirse en un compañero más de los grupos de investigación: "Es el lupas o el empollón que se ocupa de la parte más agotadora y exhaustiva de los inicios, cuando hay que buscar entre miles de artículos aquellos que permiten conocer el estado actual de la cuestión y que aportan un valor. Se tardan horas y meses en llegar a la información esencial".

Para dar a conocer la eficacia de tan novedosa herramienta organizan scithons, competiciones en las que IRIS se enfrenta a un equipo multidisciplinar de científicos que utilizan otras herramientas existentes como Google Scholar para resolver un reto.

"Este formato es un punto de entrada para nuestra compañía. El cliente propone una determinada cuestión, por ejemplo, un instituto sueco de investigación planteó si es posible construir un cohete con materiales reutilizables, y los dos equipos se pasan un día entero trabajando. Estamos muy contentos porque hemos hecho casi una decena y en todos el jurado independiente elegido por el propio cliente nos otorgó la mejor puntuación", destaca el vigués.

Los expertos de IRIS ya han logrado cerrar el círculo al generar ellos mismos nuevo conocimiento y presentarán los primeros artículos con sus métricas durante un congreso especializado en extracción de datos de documentos científicos que se celebra en Toronto a finales de este mes.

La compañía, que ya tiene garantizada su estabilidad hasta 2018, está cerrando una nueva ronda de inversores y confía en alcanzar antes de septiembre los 2,4 millones de euros. También tienen planes para aumentar la plantilla, formada actualmente por 10 profesionales que trabajan desde Madrid, Londres o Europa del Este. "Muchos inversores americanos nos dicen que si nos consiguen clientes tendríamos que localizar allí la empresa, así que nos iríamos sin problema. Estamos muy abiertos y nuestra intención es crecer internacionalmente", asegura Elosua.

En los próximos meses prepararán su desembarco en China, con un scithon en Beijing tras el verano, y avanzarán en la transparencia de la herramienta: "Hoy por hoy el sistema es una caja negra, pero queremos que el proceso pueda ser semisupervisado por el científico, para que entienda por qué el asistente elige unos artículos y no otros y resulte evidente que nosotros no tenemos ningún interés en seleccionar un documento u otro".

Once millones de investigadores "escribiendo" conocimiento

  • El currículo de Jacobo Elosua (Vigo, 1974), titulado en Empresas Internacionales, Derecho y Económicas, incluye iniciativas de negocio tecnológicas y proyectos sociales como la Fundación Civio, que promueve la transparencia de las instituciones públicas. Gracias a esta mentalidad, fue seleccionado en 2015 entre 450 profesionales de toda España para participar, junto a 80 compañeros de todo el mundo, en un programa intensivo de la Singularity University.Ubicada en pleno Silicon Valley, pretende fomentar el uso de las tecnologías de vanguardia para solucionar los problemas de la humanidad y tiene entre sus socios y patrocinadores a la NASA, Google o Nokia. Fue allí donde nació la idea de crear IRIS junto a otros tres emprendedores visionarios de Noruega, Suecia y Finlandia.La utilidad de su herramienta irá en aumento dada la "presión" que tienen los científicos por publicar y avanzar en sus carreras, así como por el aumento de las publicaciones de acceso abierto: "Cuando empezamos había 38 millones de investigaciones disponibles, hoy, poco más de un año después, superan los 75 millones. Y hay 11 millones de profesionales involucrados en este campo y escribiendo documentos".Elosua, que todavía no cuenta con ningún inversor español, advierte de "los cantos de sirena" del emprendimiento en nuestro país: "No hay grandes emprendedores de éxito y los que deciden si se apuesta o no son financieros que siempre van a tener en cuenta los riesgos".Aun así, su trayectoria personal y profesional no deja de ser inspiradora para las nuevas generaciones. En una conferencia de TEDx Madrid para dar a conocer IRIS se refirió al doble trasplante pulmonar al que tuvo que ser sometido y tras el que decidió cambiar la banca por el emprendimiento. Y mostraba su esperanza de que el asistente ayude a que la fabricación de órganos en un laboratorio pueda conseguirse más rápidamente.

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