El envejecimiento de la población que desde hace años afecta a Galicia y buena parte de España e incluso Europa se deje sentir también en el asfalto. El desplome de la natalidad, el éxodo de miles de jóvenes que salen del país en busca de trabajo y el aumento de la esperanza de vida provoca que cada vez la edad media de los conductores sea mayor. Y Vigo no es una excepción a esa tendencia. A lo largo de los últimos años el censo local que elabora la Dirección General de Tráfico (DGT) ha adelgazado por la base, donde figuran los usuarios más jóvenes; y se ha ampliado por la parte superior, en los intervalos de mayor edad.

La deriva se aprecia con claridad en el último lustro. En 2012 la DGT contabilizaba en Vigo algo más de 13.600 conductores que habían superado los 70 años, lo que suponía el 7,5% del censo local. Hoy su número ha aumentado hasta rozar los 17.000 usuarios, con lo que representan ya el 9,5% del total. Si se echa la vista a principios de la década, en 2010, los septuagenarios, octogenarios y nonagenarios que se ponían al volante apenas alcanzaban el 6,5% del padrón.

La tendencia entre los más jóvenes es exactamente la opuesta. Según los datos de la DGT, en la actualidad hay en Vigo 21.400 conductores con menos de 30 años, que representan a su vez el 12% de todos los usuarios de Vigo que se sientan al volante o a los mandos de una moto o ciclomotor. Cinco años atrás eran 26.100 y suponían el 14,5% del total. Si se echa la vista a 2010 su número superaba los 29.500 y englobaban a casi dos de cada diez conductores que conducían en la ciudad (16,4%).

La otra lectura que dejan los datos de la DGT es la paulatina caída del censo olívico, que parece haber ido de la mano del propio padrón de vecinos. La DGT apunta que en abril había registrados en la ciudad casi 178.400 conductores, aproximadamente un millar menos que hace un año. A finales de 2012 superaba los 180.400 y en 2010, los 179.700. Los datos coinciden con los publicados por el Instituto Galego de Estadística (IGE), si bien el observatorio gallego habla de "permisos y licencias", no de "número de conductores", como hace la Dirección General de Tráfico. La evolución coincide en cualquier caso con el censo de vecinos que elaboran cada año tanto el Concello como el INE. En ellos también se aprecia un descenso de residentes desde hace media década que -según los últimos datos publicados- no se ha revertido hasta 2017.

Antigüedad de los carnés

El Ministerio del Interior aporta datos sobre los distintos tipos de permisos de conducir que hay en Vigo y su antigüedad. Un dato relevante es que más de la mitad, el 57,6%, de los expedidos en Vigo se despacharon hace más de 20 años. La mayor parte de ellos se cursaron de hecho antes de 1990. Su número contrasta con el de los permisos emitidos a lo largo de la última década, que suponen el 22,4%.

El censo de conductores no es el único que envejece. Los datos de la DGT muestran también que en Vigo circulan un número significativo de vehículos que acumulan varias décadas de antigüedad. A principios de año contabiliza 26.200 turismos matriculados hace más de dos décadas, unos 3.600 más que solo cinco años antes y -lo que resulta más relevante- casi el 20% de todos los inscritos en Vigo. La principal explicación es que durante la crisis las familias tendieron a alargar la vida útil de sus vehículos, posponiendo la compra de otros nuevos. En cualquier caso, incentivos como el plan PIVE han permitido un repunte en las ventas generales, que alcanzó el 1,6% en Galicia.