El Concello mantiene desde hace dos semanas un servicio de vigilancia permanente junto al albergue municipal. La queja de varias personas acerca de algunos incidentes en las instalaciones provocó el despliegue de los agentes de Policía Local, que se mantienen en la zona desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la tarde.

El aviso llegó hace algunas semanas, cuando un grupo de padres de denunció varios disturbios junto a los colegios que estudian sus hijos y que se encuentran a pocos metros de distancia del albergue. Fue entonces, por petición del alcalde Abel Caballero, cuando se amplió el dispositivo de seguridad, focalizándolo en las horas en la que los estudiasen entran y salen de las instalaciones educativas. Desde entonces no se produjeron más incidentes.

Los conflictos en torno al recinto no son los primeros que ocurren este año. El pasado mes de febrero, los trabajadores del albergue municipal presentaron una demanda judicial colectiva contra Cruz Roja Española, adjudicataria de la gestión del centro desde finales de 2016. La razón -según explicaba el sindicato CIG en un comunicado emitido- es que la ONG comunicó a toda la plantilla "su intención de modificar sustancialmente" las condiciones laborales y de no aplicar el convenio colectivo que regula el sector.