Un nuevo atasco en la autopista amargó el inicio de las vacaciones de Semana Santa a múltiples conductores que durante la mañana de ayer intentaban circular por la AP-9 desde Pontevedra en dirección Vigo. El esperado aumento del tráfico debido a los desplazamientos por el inicio de este periodo vacacional, que en algunos lugares se extiende hasta el martes, se unió a las obras que se están ejecutando en Rande para crear un cóctel perfecto que culminó con un monumental caos de tráfico.

Y es que los trabajos para crear los accesos al nuevo puente de Rande ampliado obligaron a que, a un kilómetro del emblemático viaducto que cruza la ría de Vigo, esté cortado uno de los carriles en dirección hacia la ciudad olívica._De tal forma que tan sólo estaba habilitado un único carril para absorber todo el tráfico de la AP-9, ayer multiplicado debido al comienzo de las vacaciones.

Esto provocó un embudo que acabó por formar colas de más de cinco kilómetros, que llegaban desde el puente hasta apenas un kilómetro del peaje de la AP-9 en Vilaboa. Así, los conductores vieron como, tras abonar las correspondientes tasas del peaje, realizaban en tres cuartos de hora un trayecto que en condiciones normales apenas dura diez minutos.

En medio del atasco, los conductores manifestaban su indignación a FARO al lamentar, sobre todo, la falta de información acerca de estas obras y de la posibilidad de atascos dado que muchos observaron que habrían podido abandonar la autopista en Vilaboa y evitar así el embotellamiento.