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El referente del deporte y la cultura urbana gana dimensión

O Marisquiño traslada sus conciertos de la plaza del Concello a la de A Estrela

El festival llega a un acuerdo con Concello y Puerto para reforzar la vigilancia y vallar las zonas más próximas a los muelles por la noche -Aspira a aumentar un 10% su afluencia y ser puntuable para los juegos de Tokio 2020

El entorno de A Laxe y el muelle de Transatlánticos el año pasado, durante la 16ª edición de O Marisquiño. // Archivo O Marisquiño

O Marisquiño se aproxima a la mayoría de edad con el firme propósito de seguir creciendo. A cuatro meses de que se celebre el festival de la cultura y el deporte urbano -que cumple ya 17 años-, sus organizadores anuncian novedades para esta edición. La principal: una apuesta decidida por la seguridad, de la mano del Concello y la Autoridad Portuaria. Para redoblarla, este año se vallarán durante las cuatro noches que dure el festival algunas partes del recinto portuario, las más próximas a los muelles.

Entre la media noche y primera hora de la mañana, esos cuatro días no se podrá acceder a la zona situada entre la parte posterior de la sede del Náutico y el embarcadero del transporte de ría -la valla se abrirá a las 6.30 h, precisamente para permitir el paso de los primeros viajeros-, el Muelle de Transatlánticos y la zona del Tinglado. Desde el festival se insiste en que la medida es "extraordinaria y temporal", ya que solo se hará del 10 al 13 de agosto. También avanza que ha logrado un acuerdo con el Concello para que coches de la Policía Local controlen de forma "permanente" el entorno de A Laxe y A Estrela. Por las noches se mantendrá la vigilancia con el objetivo de que se cumpla la ordenanza de horarios y ruidos.

Con esa apuesta por la seguridad O Marisquiño quieren eliminar cualquier riesgo de botellón, que los menores puedan beber alcohol o que se incumplan las normativas. Condiciones indispensables para que el festival siga contando con uno de sus grandes atractivos: acoger la World Cup Skateboarding, que trae a Vigo a los deportistas más importantes del skate y a cientos de sus seguidores. La copa es además la "llave" para que O Marisquiño no pierda sus sólidas opciones de ser una de las pruebas puntuables en la disciplina de skate para las Olimpiadas de Tokio, que se celebrarán en el verano de 2020.

En su 17º edición O Marisquiño volverá a acoger la Copa del Mundo de Skate. Aunque hace ya tres años que el festival se confirma como sede de esa competición internacional -cuatro, con esta edición- en esta ocasión la cita tiene incluso más relevancia. El acuerdo que adoptó en 2016 el Comité Olímpico Internacional (COI) de añadir el skateboard al listado de 33 deportes que se disputarán en las Olimpiadas de Japón da un nuevo alcance a las pruebas de la Copa Mundial. Ahora mismo se están decidiendo las pruebas que permitirán a los deportistas clasificarse para esos Juegos y O Marisquiño aspira a que se incluyan las suyas. De ser así, el festival vigués consolidaría su peso. Aunque se trabaja para tener esa dimensión a partir de 2018, dependiendo de cómo avancen las gestiones del COI podría lograrse ya para la cita de este año.

"Supone un paso más en la internacionalización del evento y de la ciudad. La más que segura visita al festival de personas vinculadas al Consejo Superior de Deportes y del COI hacen el evento aún más interesante de cara al exterior", anotan desde la organización de O Marisquiño, que destaca además el compromiso de Concello y Puerto con la seguridad para la permanencia en Vigo de la Copa del Mundo de Skate. Las medidas de seguridad que se adoptarán este año -anota el festival- "garantizarán las pruebas y sobre todo que los atletas internacionales y nacionales puedan descansar, además de garantizar la seguridad de las pistas y del recinto de noche".

Otra novedad importante es la redistribución de espacios que plantea el festival. A diferencia del año pasado, este verano no se celebrarán conciertos en Praza do Rei; se apostará por un formato más reducido y se trasladarán las actuaciones a Praza da Estrela, que se incorpora por primera vez al espacio de O Marisquiño. Los conciertos serán entre las 20.00 y 01.30 horas y la entrada gratuita. La organización plantea desvelar más adelante los artistas que compondrán su cartel. Además de las actuaciones musicales, Praza da Estrela acogerá el brake dance. El muelle de Transatlánticos acogerá algún concierto.

El festival no solo aspira a crecer en superficie y repercusión internacional. Quiere hacerlo también en afluencia de público, manteniendo la línea de los últimos años. Según apunta su responsable, Carlos Domínguez, "Pity", la meta es incrementar un 10% la marca de 140.000 visitas alcanzada en 2016. Desde hace tiempo O Marisquiño pulveriza año tras año sus marcas de asistentes y deportistas. Para esta año se esperan unos 1.200. Gracias a esa "marea" de público, la cita deja un importante retorno económico en la ciudad. Los hoteles cuelgan el cartel de "no quedan plazas" -al coincidir en agosto, en plena temporada alta de vacaciones, muchos visitantes se ven obligados a alojarse fuera de la ciudad- y la hostelería dispara su facturación.

Retorno económico

En 2015 los responsables del festival calculan que atrajo el interés de 125.000 personas y se generaron 12,5 millones de euros. En los últimos años la facturación habría sido incluso superior. A ese impacto se suma la repercusión que alcanza la ciudad durante los cuatro días que dura el festival. Medios especializados de todo el mundo, así como televisiones, radios y publicaciones de tirada nacional, se hacen eco de la cita viguesa del deporte y la cultura urbana.

Prueba de ese impacto es que otras ciudades de España mostraron en los últimos años interés por captar el festival. Entre las urbes que sonaron como "pretendientes" figuran Barcelona o Bilbao. A finales de 2015 representantes de este último ayuntamiento llegaron a reunirse incluso con responsables de O Marisquiño para sondearlos.

En cualquier caso, el futuro de la cita está garantizado en la ciudad. Por lo menos hasta 2019. El año pasado sus organizadores, el Concello y la Diputación de Pontevedra anunciaron un acuerdo que blinda la permanencia del festival en la ciudad que lo vio nacer hace casi dos décadas, al menos, hasta ese año. Para conseguirlo tanto la institución local como la provincial aumentaron de forma importante su financiación. La primera pasó de los 40.000 euros de 2015 a 80.000. La segunda disparó su apoyo de 120.000 euros a unos 150.000.

Esta misma semana la cita presentaba su cartel para 2017, un obra del estudio neoyorquino Drama, que dirigen los diseñadores vigueses Kike Besada y Laura Mujico, con la colaboración del artista 3D Sergio Tomasa. Desde que empezó el año los organizadores también han desvelado las fechas de la 17º edición -entre el jueves 10 y el domingo 13 de agosto-, la identidad de algunos de los deportistas que participarán en sus pruebas y que, en concreto, la de Dirt Jump ha logrado la categoría "Gold", destacando así en el plano internacional.

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