La recreación de la recuperación de la ciudad por parte de los milicianos vigueses era el acto central de una jornada que estuvo marcada por el buen ambiente. El sol empujó a miles de vecinos a las calles del Casco Vello, donde pudieron disfrutar del tradicional mercado medieval mientras degustaban el clásico choripán. La música tampoco faltó durante todo el día.