Vigo cuenta desde hace ya más de cuatro años de un servicio de mediación dependiente de los juzgados de Familia y centrado en litigios matrimoniales. Y lo que se quiere ahora es que esta vía alternativa de resolución de conflictos por medio del diálogo entre las propias partes con la ayuda de un tercero imparcial -el mediador- se extienda a otras materias. El juez decano vigués, Germán Serrano, avanzó ayer que el "siguiente paso" idóneo para la ciudad olívica sería el de poner en marcha la mediación en el ámbito penal. Precisamente, hace varios meses un juzgado de Instrucción vigués derivó a esta vía el caso de un atropello mortal a una septuagenaria y la iniciativa tuvo éxito al concluir con un acuerdo, algo que facilitará que se evite el juicio y el litigio se resuelva en una vista de conformidad.

"En la actualidad en Vigo en lo referente a mediación intrajudicial sólo contamos con el servicio dependiente de los juzgados de Familia; lo siguiente debe ser la mediación penal y ya estamos dando los primeros pasos para lograr que eso sea posible", señaló Serrano, que ayer fue uno de los ponentes que participó en una jornada sobre mediación organizada por la Unión Profesional de Galicia en el Círculo de Empresarios de Vigo. Sobre este servicio que se plantea para la urbe, fuentes de la Xunta señalaron que es una cuestión que "está dispuesta" a estudiar, dentro de su "línea de actuación" de ampliar la mediación para litigios penales a otras ciudades. A la espera de una petición formal, las mismas fuentes señalan que esa solicitud tendría que plantearse por parte de los jueces de Instrucción y de la Fiscalía, al ser estos profesionales los que se encargan de derivar los asuntos.

A grandes rasgos, la mediación que se pretende para Vigo consiste en la participación voluntaria del acusado de un delito y de la víctima -o familiares- en un proceso conducido por un mediador para lograr la reparación adecuada al daño causado. Si las sesiones concluyen con éxito, se alcanza lo que se denomina un acuerdo reparador, que puede ser de índole económica u de otro tipo. Los defensores de este sistema destacan que otorga más participación a las víctimas y permite que el infractor se "conciencie y responsabilice" del delito. Y, de cara a la sentencia, se podría ver benificiado con una reducción de la condena. De los ilícitos susceptibles de mediación, la normativa sólo excluye los de violencia de género.

A la espera de ver si Vigo podría contar con este servicio, el juez decano valora como muy positiva la mediación en ámbitos como el de los pleitos matrimoniales o penales, pero también civiles como pueden ser cuestiones de herencias o desahucios. La conferencia que impartió ayer llevaba por título "La magia de la mediación". "La solución que da este proceso siempre es bondadosa y además aprendemos a escucharnos; las partes en conflicto, con la ayuda del mediador, son las que pueden alcanzar ellas solas el acuerdo", dice. Y muy importante, destaca, es que aporta un "ingrediente" que no hay en las sentencias: "El perdón, la capacidad de perdonar para restaurar una situación".