Los primeros 240 beneficiarios del cheque social cobraron ayer las ayudas del Concello para familias con bajos recursos. Jóvenes, mayores, españoles o extranjeros salían aliviados de las dependencias municipales con la carta de pago que les confirma el importe a recibir y su destino: comida, luz o vivienda. En el caso de estas últimas, se ingresan directamente a los propietarios del inmueble o el banco. Las que se entregan personalmente son las tarjetas para alimentación y las subvenciones para suministros del hogar. El gobierno local repartirá un total de 1,6 millones de euros a familias cuyos ingresos mensuales no alcanzan el salario mínimo interprofesional. Uno de los importes más bajos entregados ayer fueron 89 euros y los más altos rondaban los 500.

"Me concedieron la misma cantidad que el año pasado. Llevo cuatro años desempleada y es la segunda vez que me presento al programa municipal. Supone un pequeño respiro para nuestra casa", relata María Eugenia González, que tiene dos hijas y trabajó en una agencia de viajes.

La novedad de esta edición es que Benestar trabaja con cita previa telefónica y así se evitan las largas colas en Praza do Rei desde primera hora. "Este año está mejor organizado. No hay que estar fuera desde las 05.00 de la mañana para coger los primeros números cuando abren", reconocen Ana y Fran, vecinos de San Miguel de Oia. Se enteraron por teléfono de que les conceden 350 euros para alimentación que ellos consideran "insuficientes", pero que les da oxígeno "para un mes y medio".

La llegada de peticionarios se produjo de forma escalonada y eran atendidos cada cinco minutos en alguna de las cuatro ventanillas habilitadas. Se necesitan al menos ocho días para completar la entrega a las 1.890 familias seleccionadas. El dato lo ofrecía ayer por la mañana el alcalde, Abel Caballero, que avanzó que en 2017 "habrá un aumento importante en política social. Somos el ayuntamiento que más recursos destinamos a acción social y el año que viene lo seremos más", se comprometió antes de recordar que el Concello moviliza 800.000 euros adicionales "específicos para evitar desahucios".

La mayoría de los beneficiarios que ayer recogían los cheques eran mujeres. Muchas de ellas desempleadas y con hijos a su cargo. En algunas ocasiones la alegría era contenida al ver que les reducen la cantidad a percibir respecto al año pasado. Es el caso de Mercedes Iglesias: "Me rebajan el importe pese a que mi situación no mejoró desde entonces", explica esta usuaria que también se queja del hecho de que les pidieron la nómina de enero y puede que haya gente que ese mes trabaje y no le den la ayuda o se la reduzcan y que al siguiente ya no tenga ingresos. "Es una mera casualidad", comentan varios afectados.