El miércoles de esta semana, un hombre de 45 años se presentó en la sala del Juzgado de lo Penal 1 de Vigo al haber recibido una requisitoria para entrar en prisión durante 15 días al no abonar la multa de 150 euros contemplada en su sentencia. El varón golpeó mobiliario y puertas además de proferir amenazas contra varios funcionarios y al secretario judicial; al que llegó a arrinconar y amenazar. Finalmente fue reducido por cinco policías, que se lo llevaron detenido.

Este tipo de altercados no son especialmente comunes en el tribunal vigués. Según fuentes judiciales consultadas, al año los agentes de seguridad y vigilantes mitigan entre tres y cuatro altercados de acusados y condenados contra funcionarios y demás personal de las dependencias de la calle Lalín.

Reconocen que gran parte de las personas que provocan estas trifulcas suelen padecer algún tipo de síndrome de abstinencia. "Son sin duda los más comunes. Vienen con el mono, se ponen nervioso por lo que sea y montan jaleo o algún que otro altercado similar", explican fuentes judiciales.

Otra situación que también genera incidentes entre acusados y funcionarios o incluso entre los propios condenados en la obligación de comparecer y firmar ante la autoridad judicial. "Es una situación que provoca un gran malestar entre las partes y a veces si se producen insultos o broncas, especialmente si las personas vienen en grupos", señalan.

Funcionarias del juzgado afectado por el último altercado solicitaban "mayor presencia de policías haciendo rondas" ya que tratan "temas penales conflictivos".