La Universidad de Vigo confía en que el mapa de titulaciones del sistema universitario gallego se abra en el plazo de cuatro a seis meses y será entonces cuando retome su petición de implantar el grado de Ingeniería Biomédica. "La Universidad de Vigo sigue reuniendo todas las condiciones y cuenta ya con las relaciones necesarias con el sector de la salud para poner en marcha la titulación", concluye Ernesto Pedrosa, presidente del Consello Social, órgano encargado de impulsar esta demanda ya en 2011. Cinco años después asegura que hay intención de reactivar esta aspiración después de que Asturias se adelantase al lanzar el primer máster del Noroeste en Bioingeniería, como adelantó ayer FARO.
"Una vez que se abra el mapa de titulaciones, que entendemos que debería ser ya este curso, será el momento de estudiar la viabilidad del grado", explica Pedrosa, cuya opinión sobre este asunto coincide con la del equipo de Gobierno de la Universidad de Vigo, que ayer declinó hacer declaraciones y se remitió a las palabras del presidente del Consello Social.
"Sigue en la mente de los responsables y hay intención en la Universidad de Vigo de solicitar el grado cuando haya posibilidades de que lo acepten. Ahora mismo sería imposible plantearlo", argumenta Pedrosa, que atribuye los cinco años transcurridos sin avances desde que el Consello Social inicialmente formuló la petición al hecho de que "la recomendación al gobierno de la Universidad coincidió en el tiempo con el decreto de la Xunta -222/2011- por el que se regulan las enseñanzas universitarias oficiales en Galicia y se cerró el mapa de titulaciones".
Pedrosa explica que el rector llegó a hacer "gestiones" con la Consellería de Educación, pero no llegaron a materializarse en una solicitud formal de la titulación. Ahora asegura que "precisamente" es el momento de volver a reclamar a la Xunta un grado que implicaría a las escuelas y facultades de Industriales, Telecomunicaciones, Biología y Económicas, además de al Centro de Investigación Biomédica (Cinbio) y al Instituto de Investigación Biomédica (IBI) creado en 2008 por la Universidad y el Sergas.
"La cuestión es que nunca se ha desechado este proyecto, pero había condicionantes administrativos que impedían poder plantearlo", traslada Pedrosa, que defiende que en Vigo se está "totalmente alerta" con esta cuestión. "Hablé con el rector sobre esto hace pocos días. Vigo no quiere que nadie se le adelante", afirma contundente.
Decisión reclama también el cirujano y miembro del Consello Social que en 2011 se encargó de defender la propuesta ante los demás integrantes del órgano, Julio Estévez Fernández, firme defensor del grado de Ingeniería Biomédica en la ciudad. "Es una titulación imprescindible para Vigo por su alta cualificación en ingeniería y relación con el sector de la salud. Hay que estar agudos y ser más rápidos", advierte para blindar en Vigo el primer grado de todo el Noroeste español. Insiste en que es un sector con una altísima demanda y unos excelentes niveles de inserción laboral. Ahora mismo solo se imparte en doce universidades del país de las comunidades de Madrid, Cataluña, Valencia y Navarra. En el norte se oferta por privado en la Universidad de Mondragón.
Pedro Merino - Catedrático de Ciencia e Ingeniería de Materiales. Miembro de la Real Academia Galega de Ciencias
"Existe más potencial aún que en 2011 y los costes serían perfectamente asumibles"
-¿Sigue reuniendo Vigo las condiciones para implantar Ingeniería Biomédica?
-Desde luego. Debe reactivar su demanda. Tiene el potencial y la infraestructura necesaria. Sigue fuerte en las ingenierías e incluso tiene mayor potencial que hace cinco años. Y además la experiencia en las universidades donde está implantada Ingeniería Biomédica demuestra que es una carrera con amplias salidas profesionales. No hay motivo para renunciar.
--¿Para qué se capacita al alumnado?
-El campo de inserción laboral es muy ambicioso. El primer destino serían las empresas de ingeniería biomédica del área de Vigo pensando en el diseño de equipos de diagnóstico o tratamiento, proyectos de comunicaciones en sanidad, sensores y adquisición de señales e imágenes biomédicas. Otra salida con futuro son los departamentos de ingeniería clínica de los hospitales para control de calidad de los equipos y mantenimiento o formación de personal sanitario en el uso de tecnología compleja. Un tercer nicho es la administración pública para realizar normativas, diseñar políticas de equipos y sistemas médicos. Y la cuarta pata sería la investigación en centros como con los que ya contamos en el área de Vigo.
-¿Se puede aspirar a todo?
-No. Es una formación compleja y no se pueden cubrir todas las especialidades y nichos que reclama el mercado. Habría que afinar los itinerarios en función de las opciones que se detecten en el entorno.
-¿Resta potencial a Vigo el que Asturias lance un máster sobre la materia?
-Vigo aspira a algo mayor, un grado, que en una segunda fase se completaría con varios másteres. La idea es crear una titulación intercentros en la que como mínimo participen las escuelas de Telecomunicaciones, Industriales, la Facultad de Ciencias y, en algunos casos, la Escuela de Ingeniería Informática de Ourense.
-Los costes no deben ser impedimento.
-La estructura básica ya la tenemos con las tres facultades y además contamos con un nuevo hospital con vocación investigadora. Todo ello nos permitiría implantar el grado de forma relativamente sencilla y sin excesivos costes. La Universidad de Vigo tenía los costes evaluados y eran perfectamente asumibles.
-¿Cómo se explica que en cinco años no se haya vuelto a hablar del tema?
-Creo que está parado, pero en absoluto abandonado. Yo fui presidente de la Comisión de Ingeniería y Arquitectura de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y cuando hace seis años empecé a detectar que existía demanda de esta nueva ingeniería en toda España se lo comenté al rector. Incluso se gestó una recomendación a través del Consello Social. Creo que la crisis económica motivó el cierre del mapa de titulaciones por parte de la Xunta, pero no hay ninguna razón objetiva para renunciar a esta demanda legítima. Hay que seguir trabajando para que Vigo tenga todo preparado para reactivar la solicitud en cuanto se abra el mapa de titulaciones de nuevo.
Ramón Hermida - Catedrático y director del Laboratorio de Bioingeniería y Cronobiología de la Universidad de Vigo
"El sur es desde hace años un ejemplo de colaboración entre las ingenierías y la sanidad"
-¿Cuáles son las bazas de la Universidad de Vigo para volver a reclamar Ingeniería Biomédica a la Xunta?
-La demanda sigue estando vigente. Galicia sur ha demostrado con claridad que existen amplios campos de colaboración entre la ingeniería y el sector de la salud. Tenemos centros de investigación y empresas que así lo demuestran. Y esa relación consolidada durante los últimos años es el mejor ejemplo de que la implantación de Ingeniería Biomédica en este territorio es viable y sería un proyecto fructífero.
-¿Por qué parte Vigo con ventaja respecto a otros campus gallegos?
-Vigo tiene todo lo necesario para liderar esta petición. Dispone de la masa necesaria y de unas relaciones ya establecidas entre los departamentos de ingeniería de la universidad y los grupos de investigación hospitalaria. Hay un trabajo previo ya realizado que supone un buen punto de partida que no se puede desechar.
-¿Se reúnen las condiciones de viabilidad económica, académica y la existencia de demanda social suficiente?
-La Universidad de Vigo está en condiciones de formar a grandes ingenieros biomédicos. El proyecto implicaría a departamentos de varias escuelas con gran trayectoria. La vocación de todo el sur en este sentido es indiscutible. Hablamos además de una titulación en auge en toda España, que concentra una gran demanda social y que se imparte por ahora en solo una docena de universidades. Desde luego que merece la pena volver a intentarlo con toda la decisión.
-A nivel práctico, ¿qué tipo de soluciones podrían aportar los futuros titulados en Ingeniería Biomédica?
-Es un sector con muchísimo futuro, uno de los más pujantes y donde más empresas tecnológicas están surgiendo con muy buenos resultados. Las relaciones de la sanidad y la ingeniería son cada vez más estrechas y en el área de Vigo hay experiencia al respecto. Hablamos de un sector de la salud que necesita cada vez mejores sistemas de comunicación, dispositivos de control de pacientes de forma ambulatoria o equipos para realizar consultas de telemedicina entre Primaria y Especializada además de pruebas de diagnóstico cada vez más precisas. Las aplicaciones prácticas son infinitas y es además un sector con una gran proyección internacional.
-¿Entiende que la demanda planteada por el Consello Social de la Universidad hace cinco años no volviera a retomarse?
-En estas cuestiones influyen muchos factores y los órganos de gobienro de la Universidad deben valorar la viabilidad de los estudios. Pero ahora mismo creo sinceramente que no se puede obviar que estamos ante un mercado laboral en auge, con clara vocación internacional y que hablamos de una titulación que la sociedad demanda. Necesitamos las soluciones que la Ingeniería Biomédica puede desarrollar y Vigo reúne las condiciones para incorporarla a su oferta formativa.
