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La contaminación acústica en el acceso de la autopista a Vigo

Concello y Xunta urgen a Audasa que instale pantallas antirruido en la AP-9

El alcalde pide una entrevista con la concesionaria para urgirle las medidas demandadas en el Pleno de julio

Patricia y Natalia, con dos de sus perros, a escasos metros de la autopista. // Marta G. Brea

Concello y Xunta secundan la batalla reabierta por Teis y Redondela para mitigar el ruido que soportan estos vecinos generado por el tráfico de la autopista. Ambas administraciones coincidieron ayer en respaldar la reivindicación vecinal al emprender diferentes iniciativas que comparten el mismo objetivo: forzar a Audasa a que instale de manera urgente los elementos reductores del sonido en este vial, como las pantallas acústicas y el firme absorbente comprometidos por la compañía el pasado junio con la anterior ministra de Fomento, Ana Pastor. Tanto el gobierno local como autonómico consideran que ahora que se abordan las obras de ampliación de los accesos de la AP-9 a Vigo, "este es el momento" de que la concesionaria resuelva un problema que afecta a más de 5.000 hogares.

Esta doble reacción institucional refuerza la sospecha, como denuncian los vecinos, de que casi tres meses después, Audasa no ha hecho nada que indique su disposición a ejecutar las obras que, a instancias de Fomento, aceptó llevar a cabo para reducir el ruido en este tramo. Ante la inacción de Audasa respecto a esta actuación, como publicó ayer FARO, la Asociación de Teis remitió envió hace unas semanas una carta al sucesor de Pastor en Fomento, el ministro Rafael Catalá, para que pidiera explicaciones a la concesionaria al desconfiar que también pudiera estar aprovechando la provisionalidad del Ejecutivo central para eludir los citados compromisos.

El primer aliado de estos vecinos surgió ayer en Praza da do Rei. El alcalde Abel Caballero se muestra dispuesto a aumentar la presión para que se implanten esas medidas reductoras de ruido, pero no sólo sobre Audasa. La misiva que, según fuentes municipales, el regidor vigués remitirá en los próximos días irá dirigida a varios destinatarios. Además de los responsables de Audasa, también al ministro de Fomento en funciones y al presidente de la Xunta y candidato actual a la reelección, Alberto Núñez Feijóo. Caballero solicitará una entrevista con los tres "urgiéndoles a cumplir el acuerdo plenario del pasado 4 de julio". En esta sesión, recordaban desde el Concello, se aprobó por unanimidad una moción socialista en la que se instaba al gobierno central, "como responsable de la concesionaria AP-9, a adoptar las medidas necesarias para minorar el impacto acústico en todo el tramo urbano". Al mismo tiempo también se le exigía "asegurar que la autopista sea utilizable entre la Avenida de Buenos Aires y el centro de Vigo en todas las direcciones así como a realizar una adecuación completa en toda la entrada a la ciudad, en lo relativo a pintura o señalización".

Para Caballero, "es imprescindible resolver esta cuestión". Y sin más demoras. El alcalde avisa de que tomaría como una excusa "el argumento de un gobierno en funciones". "Eso no nos sirve", zanjó. También anunció que remitirá el citado acuerdo plenario a los "posibles compradores" de la AP-9.

Horas después se sumaba a la reivindicación vecinal la Xunta de Galicia a través de la Axencia Galega de Infraestructuras. Aunque en este caso, la carta firmada por el director xeral responsable de este departamento, Francisco Menéndez, sólo tiene como destinatario Andrés Muntaner, director general de Autopistas del Atlántico S.A. Menéndez expone que en los últimos meses se produjo "un aumento de la inquietud vecinal" por la configuración de las citadas obras de ampliación. "A medida que estas van avanzando se evidencia la ocupación final de la ampliación y su proximidad a las viviendas, por lo que es previsible un aumento de las molestias causadas por ruidos con respecto a la situación actual", razona.

Con esta valoración, el alto cargo de la Xunta suscribe lo manifestado con los vecinos sobre el aumento de la contaminación acústica cuando se pongan en servicio los nuevos carriles. Según una medición elaborada por la concesionaria, el tránsito de 55.000 vehículos diarios por este tramo genera niveles sonoros superiores al límite máximo estipulado por ley, de 55 decibelios, con picos incluso de 60.

Menéndez recuerda a Muntaner que Fomento había instado a su compañía a la inclusión de las pantallas antirruido "como medidas paliativas del impacto de la autopista y de su ampliación, necesarias para mejorar la compatibilidad entre la infraestructura y su entorno construido". El responsable autonómico afirma que la Xunta "conoce este tipo de situaciones", por lo que considera que "este es el momento adecuado" para implantar esos reductores acústicos. En consecuencia concluye su misiva calificando de "imprescindible" la instalación de esos elementos "para minimizar las molestias de la infraestructura ampliada".

En paralelo, los vecinos de Teis confirmaron ayer a este periódico su disposición a contactar con colectivos de Chapela (Redondela) a fin de conformar "un frente unido" contra Audasa. El principal propósito de esta alianza sería el de mantener "viva y consensuada" la reivindicación de las pantallas acústicas por la que llevan 35 años esperando.

"A partir de las cinco y media de la mañana es muy difícil dormir"

  • Una de las familias que más problemas tiene en el barrio de Teis con el ruido de la AP-9 es la que encabezan Carmen y Manuel. Ambos, jubilados ya, conviven con sus dos hijos, sus respectivas parejas y dos nietos en una vivienda que está a escasos metros de la autopista."A partir de las cinco y media de la madrugada es muy difícil dormir ya que es cuando comienzan a pasar los camiones por la carretera y al estar toda la zona tranquila, se les escucha como si pasaran por el pasillo que tenemos a la salida de nuestra habitación", denuncia Carmen, que lleva ya tres décadas soportando estos ruidos.El matrimonio comenzó a vivir en su actual vivienda de la calle Boán hace más de cuatro décadas, por lo que residían en la zona varios años antes que los primeros vehículos estrenaran la autopista. "Nosotros estábamos aquí antes, y ya nos quisieron echar de nuestra propia casa", reclama Manuel, que ya tuvo varios juicios con los responsables de la autopista.El matrimonio no espera, después de tantos años, que les solucionen el problema del ruido que ocasionan los vehículos al pasar. "Si no lo han hecho hasta ahora, no lo van a hacer en el futuro", señalan apesadumbrados.

"Si no han invertido hasta ahora en paneles, es que no lo van a hacer"

  • Patricia y Natalia son madre e hija que viven a escasos metros de donde a diario pasan miles de vehículos a altas velocidades. "Después de varios meses te acostumbras al ruido, aunque al principio es muy molesto y te acabas desesperando", señala la progenitora. Ambas viven con sus cuatro perros en una vivienda de dos pisos, y es en el de arriba donde más sufren los problemas del tráfico de la autopista. "Arriba está menos protegida la casa y, en verano, que tenemos que tener las ventanas abiertas por el calor, sí escuchamos los coches y los camiones como si nos pasaran al lado", señala Natalia.Ambas viven de alquiler, y tiene claro que si el problema de la contaminación acústica va a más, cambiarán de domicilio. "Nosotras tenemos esa ventaja, que si vemos que empeora la situación nos podemos cambiar de casa. El problema es de los residentes, que lo tienen todo aquí y a los que no les dan una solución", denuncia.Ambas tienen claro que ni los actuales dueños de la autopista, ni los futuros si cambia de manos, harán nada por solucionar el asunto del ruido. "Si no han invertido hasta ahora en paneles, los nuevos dueños, si llegan, tampoco lo van a hacer", indican.

"Viviendo tan cerca de la autopista, no puedes ni leer un libro en la terraza"

  • Guillermo vive con su mujer, su hija y su perro "Caos" en una vivienda con terraza de la calle Boán, desde donde ve pasar los coches de la autopista, los cuales siente desde el interior de su domicilio. "Es habitual que la casa tiemble cuando pasa por aquí un camión de grandes dimensiones, y pasan muchos a lo largo del día", denuncian.El vecino de Teis ya no se cree las promesas que hacen desde las instituciones prometiendo soluciones para los inquilinos de las viviendas cercanas a la autopista. "Lo único cierto es que hay muchas promesas y muy pocas realidades. Yo no sé quien tiene que ocuparse del problema, pero está claro que no lo ha hecho, que no lo está haciendo y no tiene pinta de que lo vaya a hacer", denuncia.Su hija, que tiene su habitación en la parte de arriba, señala la incomodidad que supone vivir tan cerca de la autopista. "No puedes ni leer un libro en la terraza, y si quieres ver la televisión, tienes que tener el volumen muy alto", indica.

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