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Evolución del transporte público

Los buses urbanos vuelven a ganar viajeros tras cuatro años de caídas

Entre enero y julio se subieron a los autocares de Vitrasa 170.000 personas más que en 2015

Usuarios del Vitrasa, en Vigo // R.Grobas

El autobús urbano alcanzó su techo histórico de usuarios en Vigo en 2008 con 21,4 millones de pasajeros transportados (22,8 si se suman los transbordos). Pero la crisis económica, al igual que ocurrió en el resto de España, provocó un desplome de la demanda que se fue consumando año a año. En el caso de la ciudad olívica fueron más de 2 millones las personas que dejaron de utilizar el transporte público en sus desplazamientos habituales (un 8% menos). Pero parece que al fin ha tocado fondo. Tras cerrar 2015 con 19,3 millones de viajeros (21 con transbordos) en 2016 la tendencia vuelve a ser al alza. En los siete primeros meses del año Vitrasa, la concesionaria del transporte público, contabiliza 89.000 pagos más que en el mismo periodo del ejercicio anterior y un incremento de transbordos que roza los 80.000. El crecimiento acumulado alcanza las 170.000 personas. Este cambio de tendencia se produce tras cuatro años consecutivos de caída.

Desde 2007 la demanda ha ido disminuyendo todos los años a excepción de en 2011, cuando repuntó hasta los 20,8 millones de pasajeros de pago. Sin embargo, en el siguiente ejercicio se registró una de las mayores sangrías y, en solo doce meses, se dieron de baja del transporte público más de 1.000.000 de personas. En los ejercicios posteriores lo hicieron otras 366.000. Aunque el último año completo, 2015, se cerró con escasas 8.000 personas de pago más que las que habían utilizado el bus urbano el año anterior, en cómputos globales, es decir, incluyendo los transbordos, la cifra fue menor y la demanda global en los autocares de Vitrasa tocó fondo quedándose con 21.059.304 viajeros.

Todo apunta, y así lo reconocen desde la concesionaria a tenor de los resultados registrados en los primeros siete meses del año, que 2016 se cerrará con crecimiento. Por lo pronto, son ya mayoría el número de meses en los que se han subido a los autobuses verdes más personas que el año pasado. Se trata de febrero, abril, mayo y junio. En los tres restantes la diferencia es mínima. Además, la climatología es fundamental a la hora de analizar las estadísticas. Y el buen tiempo que está haciendo en la ciudad durante la temporada estival hace presagiar que la demanda continuará al alza empujada en buena medida por las rutas de Vitrasa hacia las playas. A ello podría contribuir también el plan especial aplicado este año por la Concejalía de Tráfico en la avenida de Europa para dar prioridad a los autobuses habilitando un carril exclusivo entre Samil y Castelao.

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Pero no solo estos factores estarían contribuyendo a que se frenara la caída de viajeros. El Concello cumple cuatro años con la tarifa ordinaria y el precio de los bonos congelados, algo que probablemente evitó que más usuarios se dieran de baja o utilizaran menos el transporte público. Lo mismo ocurre con la gratuidad que se mantiene para aquellos pensionistas con unos ingresos mínimos. La recuperación paulatina de la situación económica y la reorganización de multitud de líneas que se llevó a cabo en 2014 estaría también empujando de nuevo la demanda.

Formas de pago

Atendiendo a las cifras del último año cerrado, la mayoría de usuarios pagan con la Tarjeta Verde, que desde 2014 se concede solo a personas empadronadas en la ciudad. La tarifa normal (86 céntimos de euros) es la que abonan el 43,5% de viajeros. Pese a la subvención municipal que permite importantes descuentos al utilizar la citada tarjeta, todavía hay un 23,33% de personas que abonan en metálico el billete ordinario, cuyo coste es actualmente de 1,32 euros. En 2015 fueron más de 4,5 millones de personas. En tercer lugar se sitúan los pensionistas (categorías I y II), que representan un 23,7% del total. La tarifa universitaria (0,65 euros) la pagan un 4,7% (914.000 personas) y la social (0,66 euros) un 0,7%.

En lo que respecta a las líneas con mayor demanda, la C3 (Bouzas-Encarnación con extensión de su recorrido hacia la zona de playas en verano) se sitúa a la cabeza con más de 2,2 millones de personas en los siete primeros meses del año, lo que supone un 18,2% del total. Le sigue, aunque con la mitad de viajeros, la L5, que da servicio al barrio de Navia y que conecta la calle Teixugueiras con Buenos Aires. La L15, que une Cabral, Xestoso y la Universidad con Samil y Navia, es la tercera con más demanda.

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