El severo ajuste al que se vieron forzadas las administraciones en materia de contratación desde el año 2011 empieza a remitir. El volumen de asalariados públicos en el municipio de Vigo está repuntando después de cinco años de continuo retroceso. A Coruña, Santiago y Lugo iniciaron el camino de la recuperación ya en el ejercicio 2015, pero la ciudad olívica se mantenía ajena hasta ahora al cambio de tendencia detectado en otras urbes gallegas. La primera subida de las contrataciones por parte del Concello, la Xunta y el Estado en la ciudad olívica en cinco años no quedó reflejada oficialmente hasta la Encuesta de Población Activa de cierre del primer trimestre de 2016, últimos datos a nivel municipal.

Vigo continúa siendo con mucha diferencia la ciudad con menor proporción de trabajadores que dependen de la administración, pero por lo menos en la última estadística supera la barrera psicológica de los 18.000 asalariados de la que se había descolgado en el año 2013. En marzo de ese ejercicio las cifras viguesas marcaron un mínimo histórico que volvería a repetirse justo un año después con solo 17.500 funcionarios de carrera, personal laboral, interinos y eventuales prestando servicio en alguna de las tres administraciones.

En ese momento la brecha respecto a marzo de 2011 era de 2.700 empleos públicos que se habían perdido en solo dos años. Ahora mismo, con un margen más amplio de cinco años, la caída empieza a contenerse y la pérdida de asalariados públicos con respecto a hace cinco años se queda en 1.900 personas, según los últimos datos estimados publicados por el IGE. Podrían sufrir alguna ligera corrección aunque en ningún caso variaría la tendencia alcista que por fin refleja la estadística de marzo de 2016 para Vigo con un incremento de 900 personas trabajando para algún ente público en doce meses.

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Eran 17.400 los funcionarios y contratados del sector público en el primer trimestre del año pasado y ahora son 18.300. De forma paralela, aumenta también su peso en el conjunto del mercado laboral. Ahora mismo los empleados públicos representan un 19,4% del total de asalariados que tributaban en Vigo en marzo -93.900-, frente al 18% de 2015 y el 17% del año anterior.

La incorporación de efectivos avanza en Vigo, pero todavía de forma más lenta a otras ciudades. En Santiago, los asalariados de la administración pasaron de 12.900 a 15.200 en el último año y también en Ourense se optó por la expansión aunque de forma más moderada, al saltar de 12.500 a 13.600. Pontevedra también pisó el acelerador y pegó un salto en doce meses de 8.400 a 10.200 personas ligadas a la estructura administrativa, siendo Ferrol la única ciudad en la que bajan las contrataciones.

Lo que la reciente subida es incapaz de compensar es la distancia histórica entre Vigo y el resto de áreas urbanas por carecer de la condición de capital de provincia. Esta circunstancia explica el limitado desarrollo de las administraciones autonómica y estatal en el municipio y que el peso del sector público en el mercado laboral vigués sea de apenas un 19,4% frente al actual 24,6% de A Coruña.

Lideran Santiago y Ourense

La estructura administrativa de San Caetano eleva hasta el 38% el número de trabajadores de Santiago que dependen del Estado, la Xunta o el Concello y llega hasta el 39% en Ourense y Ferrol, lo que significa que cuatro de cada diez asalariados cobran de un ente público en estas ciudades. El porcentaje cae hasta el 32% en Lugo y se mantiene en el 35% en el caso de Pontevedra.

Las últimas oposiciones en enero para Enfermería y el pasado 23 de junio en Educación hacen prever que el repunte del empleo público vuelva a reeditarse en la estadística de finales de año una vez que se asignen plazas a las personas de nuevo acceso.