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La promotora del centro comercial de Pizarro acelera las obras para terminarlas antes de final de año

La estructura del geriátrico del solar de Cluny en Gran Vía está ya casi concluida y la constructora incorporará 25 trabajadores en septiembre

La construcción en Pizarro llegó ya a la planta baja en una parte del solar . // José Lores

Los solares de Cluny y Pizarro, separados por apenas 300 metros, concentran una intensa actividad en plena temporada estival para construir la residencia de mayores proyectada en el primero, que alojaba el antiguo colegio de la congregación religiosa, y un recinto comercial capitaneado por Mercadona en el segundo, entre las dos torres de la urbanización ya edificadas hace años. Cincuenta empleados avanzan en la obra de Pizarro, según indican responsables de la promotora, mientras que en la parcela de Gran Vía, donde la estructura de los bloques de la futura residencia de mayores de Ballesol está ya casi concluida, trabaja otra veintena de operarios. En septiembre se incorporarán 20 más, adelantan responsables del proyecto.

La excavación en el solar de Pizarro ha sido compleja y la contrata dividió la obra en dos mitades. En una de ellas ya está levantada la estructura de los tres sótanos que se dedicarán a aparcamiento y se ha alcanzado el nivel de la planta baja, mientras que en la otra acaba de arrancar la cimentación. Los trabajos avanzan a marchas forzadas. El edificio estará concluido "a finales de año", según explican desde la promotora -la familia de industriales pesqueros Lloves, propietarios de la multinacional Mascato-, y se pondrá de inmediato a disposición de Mercadona el local principal para que pueda acondicionar su nuevo establecimiento, el sexto que abrirá en la ciudad.

Los sótanos alojarán más de 300 plazas de aparcamiento, mientras que las dos plantas en altura escalonadas tendrán uso comercial y de oficinas. El operador principal será el grupo valenciano, y los promotores del centro comercial negocian con dos empresas interesadas en ocupar otro espacio de 500 metros cuadrados. Además el recinto contará con cuatro locales de oficinas. La inversión rondará los cinco millones y la cubierta será transitable y de uso público, conectada con el parque existente en la parte alta de la parcela.

El centro completará la céntrica urbanización de Pizarro, un plan que arrancó hace más de 25 años y que ha atravesado numerosos avatares. Los promotores del recinto comercial adquirieron el solar de 3.640 metros cuadrados a Abanca, que se había quedado con la finca tras la subasta instada a raíz de las deudas de la anterior empresa, Invoga, que tenía licencia y llegó a colocar el cartel de obra pero nunca la inició.

La excavación, con los nuevos propietarios al frente, empezó hace más de un año, mientras que en Cluny los trabajos para derribar el antiguo colegio comenzaron en noviembre. El grupo Ballesol -que cuenta con 44 geriátricos, dos de ellos en Galicia- adquirió la propiedad de Gran Vía al Sareb (el llamado banco malo) y construye allí una residencia en tres bloques que tendrá 110 plazas. La inversión alcanzará los diez millones de euros. Aunque la estructura está ya muy avanzada todavía restan diez meses de trabajo para la inauguración de las dependencias para mayores, cuya fecha de apertura se mantiene para junio de 2017.

Aumento de la actividad

Con el inicio del cerramiento se incrementará la actividad en el solar de Gran Vía, de ahí que se vaya a reforzar el personal con 25 trabajadores. "Hay que hacer mucha obra interior", indican desde la empresa. Los nuevos edificios estarán más alejados de la avenida que el antiguo colegio -que permanecía abandonado desde el año 2000 tras el traslado de la actividad educativa de la congregación a su centro de la Carretera Provincial- y la actuación incluye un jardín de uso privado para la residencia.

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