Los fraudes a las compañías de seguros en accidentes de tráfico se dispararon en los últimos años, sobre todo al compás de la crisis. Los modus operandi que se utilizan son de lo más diverso. Uno es el conocido como timo de la rotonda. Y éste fue el supuestamente usado por un matrimonio de Vigo, varios hijos y otros allegados o amigos que acaban de ser identificados por el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra como presuntos autores de delitos de estafa a varias aseguradoras: el método de las 9 personas investigadas consistía en provocar colisiones "controladas" en la rotonda de la avenida de Castelao de la urbe olívica -la del barco Bernardo Alfageme en Coia- para cobrar las indemnizaciones por las lesiones que sufrían. Los agentes les atribuyen diez siniestros fraudulentos entre el pasado año y el presente 2016 -aunque las pesquisas prosiguen por si hubo más- y una estafa que supera los 92.000 euros.

Las indagaciones, iniciadas en junio, las hizo el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) de la Benemérita pontevedresa. Las pesquisas comenzaron tras las denuncias de varias aseguradoras por las sospechas que tenían sobre ciertos accidentes, todos ocurridos en la misma rotonda en Castelao, en los que a pesar de que los daños materiales eran escasos, siempre había personas lesionadas.

La investigación pudo determinar que el modus operandi de estos siniestros era siempre el mismo. Según informa la Guardia Civil los investigados circulaban por el carril exterior de la glorieta y, al percatarse de que el vehículo que iba por el carril interior señalizaba con los intermitentes el cambio de dirección, aceleraban y provocaban una "colisión controlada" de la que siempre era responsable la víctima. En la mayor parte de estos choques los presuntos defraudadores evitaban la actuación de la Policía Local con un parte amistoso. Y eran evacuados en ambulancia a un centro médico para tener un parte de lesiones con el que reclamar las correspondientes indemnizaciones a las compañías.

Los gastos ocasionados por la asistencia médica a los supuestos lesionados suman unos 14.500 euros, mientras que el dinero que los implicados percibieron por bajas médicas y presuntas secuelas alcanza los 78.000 euros. Las diligencias realizadas fueron entregadas al Juzgado de Instrucción número 1 de Vigo.