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La "estirpe" de los cronistas que desempolvan la historia local

Lalo Vázquez Gil continuaba un cargo que estrenó en el siglo XIX el prestigioso médico Taboada Leal y que ocupan desde entonces destacados investigadores

El erudito Marcelino Menéndez Pelayo pronunció hace ya tiempo una frase que -con diferentes palabras, tonos y trasfondos diversos- han repetido grandes genios, a lo largo de los siglos y siempre a modo de aviso: "El pueblo que no sabe su historia es un pueblo condenado a la irrevocable muerte". Vigo perdió el lunes una de sus plumas más destacadas en la batalla contra esa muerte,muerte un olvido irresponsable que Menéndez Pelayo equiparaba a la "lobreguez de la noche". A lo largo de su vida "Lalo" Vázquez Gil indagó en los anales de la ciudad para arrojar luz sobre sus orígenes. Sus esfuerzos enraízan en una larga "estirpe" de historiadores que se remonta al siglo XIX y lleva décadas escrutando los anales del municipio: los Cronistas Oficiales de Vigo. Su cometido: encender las luces y espantar la "lobreguez" que acecha a la memoria. En esa tarea, su labor se suma a la de aquellos autores que bucean en el pasado vigués, como los integrantes del Instituto de Estudios Vigueses (IEV), entidad de la que el propio Vázquez Gil era cofundador.

El de Cronista Oficial es un nombramiento honorífico. Aunque en otros municipios de España su designación se aclara en el Reglamento de Honores y Distinciones, la norma de Vigo no recoge nada relacionado con este cargo, por lo que es el propio alcalde quien se encarga de designarlo. Una vez elegido, el cronista asume la tarea de hilvanar la memoria de la ciudad, dando forma a la crónica de su literatura, tradición... Se encarga además de asesorar al Concello en cuestiones relacionadas con la historia olívica. Su trabajo no solo arroja claridad sobre el pasado de Vigo en la actualidad, sino que sirve a los autores que le suceden para elaborar sus propios estudios y relatos.

La estirpe de los Cronistas Oficiales arranca con Nicolás Taboada Leal (1798-1883), quien en 1840 puso la primera piedra de la gran biblioteca de ensayos que formarían sus sucesores con la obra Descripción topográfica-histórica de la Ciudad de Vigo, su ría y alrededores; con una noticia biográfica de varios hombres ilustres hijos del país.

Entre principios del siglo XX y 1936 ejerció como Cronista Oficial Avelino Rodríguez Elías, autor de una obra notable. Hace una década el historiador Gerardo González Martín dejó constancia del amor por la ciudad de este portugués en su obra Pasión por Vigo. Vida y obra del cronista Rodríguez Elías. Durante casi 30 años ejerció el cargo el porriñés José Espinosa Rodríguez, miembro de la Real Academia de Farmacia, de la Historia y la Academia Gallega. Falleció en 1966.

También académico gallego, el gran escritor y poeta Xosé María Álvarez Blázquez (1915-1985) ejerció la responsabilidad de alimentar la crónica de Vigo. Su testigo pasó a Bernardo Vázquez Gil "Lalo", quien ocupó el cargo hasta su muerte este mismo lunes. Entre sus responsabilidades estaba escribir las glosas de los Vigueses Distinguidos, tarea con la que cumplió hasta 2015.

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