"Nosotros sabemos que no podemos estar aquí. Pero esto es un coladero. Vienen desde matrimonios con niños hasta chavalería a hacerse fotos desnudos o lanzarse al agua. Cualquier día ocurre una desgracia". La opinión compartida por los pescadores aficionados, los usuarios habituales del carguero de mineral de Rande, no parece exagerada. Cualquiera puede acceder a este entramado de hierro a punto de desplomarse utilizado en la primera mitad del siglo XX para embarcar wolframio. A la entrada, desde la explanada de Duchess, un cartel prohíbe el paso pero el hueco abierto en un lateral permite colarse sin dificultad. A partir de aquí, quien siga el recorrido corre el riesgo de no volver.
"Ya hubo accidentes y por poco no la cuentan", apuntaban ayer esos pescadores que a sabiendas de que infringen la advertencia de la entrada reclaman el anonimato. "Esto está muy mal", insisten. El alcalde de Redondela, Javier Bas, reconoce la peligrosidad que entraña el estado del muelle, sin actividad desde 1987. Pero se opone frontalmente a la iniciativa de la Autoridad Portuaria de retirar la estructura metálica y aprovechar los pilares para destinarlo a atraques de larga duración, como los protagonizados por barcos intervenidos judicialmente o sin actividad por problemas económicos de sus empresas e incluso averiados.
El gobierno de Redondela quiere conservar íntegro el herrumbroso complejo, en coherencia con la decisión de incluirlo dentro de los elementos que "por su valor industrial" asocia a la declaración de BIC (Bien de Interés Cultural) para la Fortaleza de Rande. "Lo solicitamos a la Xunta en febrero de 2013 y llevamos desde entonces trabajando en el expediente", justificó el alcalde horas después de entrevistarse ayer con el presidente del Puerto.
Enrique López Veiga aseguró a este periódico que desconocía los planes de Redondela para el viejo cargadero que se halla muy próximo al Centro de Interpretación de la Batalla y del Patrimonio Cultural de Rande, en Meirande. Tanto es así que a este museo se accede, mayoritariamente, por la explanada de Duchess, un espacio que cedió el Puerto al Concello y que precisamente ha aumentado las tentaciones de visitar el ruinoso embarcadero. "Como no sabíamos nada de esta declaración de BIC mi obligación ahora es estudiar la documentación que me enviará el alcalde", razona López Veiga. Entretanto, el presidente del Puerto ha exigido a Javier Bas que refuerce el control en el acceso para evitar situaciones de peligrosidad. "Mandaremos a la Policía Local", asume el regidor.
Antiguo cargadero de mineral de Rande. // A.O.
