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Una plaga de termitas en 54 edificios del Casco Vello alto obliga a activar un plan de choque

El consorcio licita por 84.000 euros labores de cuatro años para acabar con el insecto -"Si no se adoptan medidas el problema se agudizará", advierten expertos, que urgen un "tratamiento integral"

Desperfectos ocasionados por las termitas en viviendas del Casco Vello alto. // FDV

La zona alta del Casco Vello tiene que lidiar con un enemigo tan diminuto como respetable... Y en pleno proceso de recuperación. Una plaga de termitas subterráneas que afecta a decenas de edificios comprendidos entre el castillo de San Sebastián y las calles Elduayen, II República y Santiago ha obligado al Consorcio Casco Vello a lanzar un plan de choque. El Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó ayer la licitación por 84.000 euros de un contrato de cuatro años para erradicar a este voraz insecto que carcome la madera y -si no se combate de forma eficaz y a tiempo- puede ocasionar graves desperfectos en los inmuebles.

El Consorcio Casco Vello lanza esta medida tras un informe técnico que detalla el reto que supone la plaga. El documento se elaboró entre mayo y octubre de 2015, meses que los técnicos emplearon en examinar 110 de los 138 edificios de la zona acotada. Durante su análisis los especialistas localizaron termitas vivas en 31 inmuebles, mientras que en otros 23 apreciaron un "riesgo alto de estar afectados en la actualidad o en un futuro próximo". Los trabajos de campo también abarcaron 12 solares, de los que cuatro estaban ocupados por el isóptero y otros ocho se clasificaron de "alto riesgo"; y cinco jardines o patios interiores, de los cuales dos estaban infestados y tres eran susceptibles de estarlo.

Los trabajos permitieron también identificar al insecto como Reticulitermes grassei Clément, una especie -explican los técnicos- "menos agresiva que las otras presentes en España". Gracias a sus labores con cebos, los expertos localizaron siete focos: en Porta do Sol, II República, San Sebastián, Subida o Castelo, Santiago, Elduayen y Abeleira Menéndez. En estas dos últimos puntos los análisis concluyen que el foco es "grande, en principio, y con bastante actividad". En todos los casos se detectaron "degradaciones" causadas por las termitas. En su informe, los técnicos urgen "tener presente el elevado número de focos existentes en la zona" y revelan su "sospecha de que incluso puedan ser más".

Las condiciones que ofrece el Casco Vello parecen además idóneas para esta especie, que construye sus termiteros en el suelo -a una profundidad de entre 75 centímetros y 5 metros- y de los que salen en busca de madera para alimentarse. "La existencia de muchas viviendas, deshabitadas y habitadas, en mal estado de conservación y con problemas de humedad así como solares, huertos, jardines... Abandonados donde se acumulan todo tipo de restos de madera es determinante para que se produzcan ataques de termita", detalle el informe, que admite que la "problemática" con este insecto en el casco histórico "se conoce desde hace décadas". Los técnicos hablan de "notificaciones y citas desde hace años de vecinos, técnicos, empresas de tratamientos, etc".

Atajar la plaga

El informe advierte además de dos circunstancias preocupantes: la primera, que los insectos pueden afectar también a viviendas rehabilitadas, no solo las abandonadas; y, segundo, que la plaga puede ir a mayores. "En caso de que no se adopten las medidas correctoras oportunas, el problema se va a agudizar. Las termitas extenderán su radio de actuación de forma que en un futuro el número de edificios afectados y la gravedad de sus degradaciones evolucionará progresivamente", previene. Su receta para solucionar la plaga consta de tres pasos: conocer su estado actual, activar un "tratamiento integral" con cebos e implantar "medidas de control y seguimiento", así como una "vigilancia permanente". Como recomendaciones, los técnicos apuestan también por solucionar los "problemas de humedades" de los edificios, "garantizar" la limpieza de huertas, jardines o patios y emplear materiales especiales en las nuevas rehabilitaciones. El pliego del consorcio contempla dos años para acabar con la plaga y garantizar la vigilancia otro año y medio.

Un vecino afectado: "La degradación surge de forma muy sutil pero su avance es devorador"

  • De percibir pequeños agujeros en los marcos de madera de las ventanas a ver, aterrado, cómo las vigas de su casa estaban carcomidas por algunas esquinas. Uno de los vecinos de la zona alta del Casco Vello afectados por la plaga de termitas comparte su asombro ante el avance del voraz insecto. "La degradación aparece de forma muy sutil, pero luego ves que afecta a la estructura y te tiras de los pelos... Su avance es devorador", explica este residente, que pide mantenerse en el anonimato.En su caso la mudanza a la zona alta del barrio histórico se produjo tras adquirir una de las viviendas rehabilitadas por el Consorcio del Casco Vello. Al poco de instalarse en su nuevo apartamento comprobó alertado que había termitas y estas avanzaban imparables, por lo que contactó con el consorcio. Tras varias gestiones logró que la institución repusiese las partes degradas de la estructura.Ahora exige que se realice una "desinfección total" del entorno para evitar que la plaga "vuelva a surgir dentro de unos años". "Sigue ahí, por eso hay que actuar", insiste este vecino, que plantea que la erradicación esté tutelada por el Servicio de Control de Riesgos Ambientales, dependiente de la Xunta.

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