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Impacto en la economía local de los trasatlánticos Impacto en la economía local de los trasatlánticos

El 60% del pasaje de grandes cruceros prefiere Vigo que irse fuera

Estudios de la naviera Royal Caribbean revelan que el 40% restante opta por hacer excursiones en autobús por otras localidades gallegas - Tres de cada diez tripulantes aprovechan para hacer compras en tierra

El 60% del pasaje de grandes cruceros prefiere Vigo que irse fuera

Los pasajeros de los grandes cruceros que atracan en Vigo prefieren visitar la ciudad antes que viajar en autobús a Santiago o Baiona o quedarse a bordo. Los últimos estudios realizados por la naviera Royal Caribbean desmienten la creencia extendida entre los vigueses de que solo una minoría del pasaje se pasea por sus calles, compra en los comercios o almuerza en sus restaurantes. A esto precisamente dedica el tiempo de escala el 60% de los cruceristas que desembarcan mientras que el 40% restante opta por subirse a esa flotilla de autocares que estaciona en la explanada de la terminal, según datos de la prestigiosa armadora. El aluvión de personas que genera la estancia de uno de estos buques en puerto confirma la repercusión en la economía local de un tráfico que caerá a la mitad el próximo año. Una debacle ante la que colectivos muy afectados como comerciantes y hosteleros exigen una reacción contundente de la Autoridad Portuaria para remontar las cifras si no en 2017, al siguiente año.

Los resultados del estudio de Royal Caribbean fueron evaluados el pasado miércoles en la reunión de un grupo de trabajo del Crecimiento Azul (Blue Growth), la futura estrategia de planificación portuaria impulsada desde Praza da Estrela con el objetivo de potenciar todos los tráficos aprovechando las sinergias con otros sectores, incluso con aquellos de escasa vinculación marítima. El encuentro fue monográfico sobre los cruceros -análisis de la situación, causas del descenso, aspectos a corregir para captar a las navieras... - y buena parte de su contenido servirá al Puerto para elaborar el informe sobre las previsiones de buques en 2017 y cómo corregirlas que expondrá al consejo de administración convocado para el próximo viernes 27 de mayo.

Algunos de los presentes en la reunión del miércoles inciden en la relevancia de los datos recopilados por Royal Caribbean. Subrayan que ese 60% indica "la afluencia real" de cruceristas en la ciudad. En cuanto al porcentaje de los pasajeros que se quedan en el buque, afirman que "es anecdótico". Y aunque de menor trascendencia, los que contratan excursiones -el 40% según señala el informe de Royal- también tienen su impacto como generadores de empleo en forma de contratos de autobuses, conductores y guías.

Tendencia contraria

La significativa diferencia porcentual entre los pasajeros que deciden visitar la ciudad y los que solo la ven desde la ventana del autobús se diluye en los buques mediado, de capacidad menor a 1.500 pasajeros. Aquí la tendencia es justo la contraria: contratan más excursiones y apenas se pasean por Vigo. Los turistas que eligen estas travesías, algunas clasificadas como temáticas, tienen intereses específicos, sean históricos, religiosos o gastronómicos. Y estos cruceros no son excepcionales en la Estación Marítima. Durante 2014, el Celebrity Infinity realizó media docena de escalas que tenían como principal reclamo la industria vitivinícola de O Salnés. De ahí que a pie de muelle hubiera numerosos autocares esperando y, en cambio, un más que discreto ambiente en A Laxe.

Igual de importante que el número de visitantes que genera cada escala es la cantidad de dinero que dejan en la ciudad, sobre todo para los propietarios de los negocios. En los últimos años se han realizado infinidad de estudios, algunos auspiciados por importantes puertos españoles e incluso por instituciones como la Universidad de Barcelona, sobre el gasto medio de estos pasajeros en tierra. Las cantidades varían en función de si el crucerista está de paso, fruto de una escala, o si embarca por primera vez para iniciar el viaje. En el primer caso, el consumo medio mínimo se sitúa en 65 euros, y en 85 euros en el segundo, según las cifras actualizadas que manejan las navieras.

Tampoco es menor ni la presencia en la ciudad ni el consumo que efectúan los tripulantes de estos colosos. El cálculo de Royal Caribbean indica que tres de cada diez miembros de la dotación de los cruceros bajan a tierra, con un gasto estimado superior a los 30 euros por persona. Por algo comerciantes y hosteleros vigueses siempre han agradecido la "fidelidad" de estos clientes, tanto o más que la del pasajero.

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