Al pie de un Dinoseto con los ojos vendados, el Concello presentó junto a la Fundación Abrente Monumentos Invidentes, una iniciativa que quiere destacar la diversidad funcional de la sociedad y promover la celebración de la primera Carrera Solidaria de Obstáculos por la Integración que tendrá lugar el 29 de este mes.

Junto al famoso arbusto, siete esculturas emblemáticas lucirán estos días los ojos vendados. Son El Herrero, de la plaza de la Industria; Julio Verne, en la calle As Avenidas;el Monumento a los emigrantes, en Cánovas del Castillo, Los bañistas, uno situado al principio de esta misma calle y el otro en la plaza de la Estrella; Los Redeiros, de Gran Vía y el vendedor de periódicos Manuel Castro, en Príncipe.

"Queremos que la gente se ponga en el lugar de las personas invidentes, ayudar a sensibilizar sobre las diferencias funcionales", explicó la presidenta de la fundación Abrente, Carmen Touza, en la presentación de la iniciativa.

Aunque las esculturas solo lucen los ojos vendados, a partir del sábado se identificarán como parte del proyecto Enki, que promueve la inclusión de personas con discapacidad en la práctica del deporte. "Lo que importan son los derechos de las personas y que el concepto de igualdad impregne todo para que colaboremos en la superación de la discapacidades", recalcó ayer el alcalde, Abel Caballero.

Una carrera de obstáculos

Como colofón a este movimiento se celebrará la Carrera por la Integración, que discurrirá desde la zona portuaria, por la calle de As Avenidas, hasta la plaza de la Estrella y Montero Ríos. La organización llama a la participación para poner el foco sobre estas personas las cuales suman a la barrera física otras impuestas por la sociedad a la hora de practicar deporte.

La carrera es solidaria y está abierta a todas las edades y condiciones. El trayecto estará adaptado para que todos los participantes puedan llegar hasta el final y se premiará según diferentes categorías como el grupo más joven, el veterano, el que integre a un mayor número de discapacitados o los más originales en su vestuario. Los obstáculos a los que habrá que enfrentarse son un laberinto de gomas, bolas gigantes, una piscina de espuma o un recorrido a ciegas.

Además, frente al Náutico se celebrará una feria en la que entidades sociales de la ciudad se suman a la solidaridad para realizar talleres y dar a conocer la labor que llevan a cabo.